Ilias Tzempetonidis: “Cap Rocat aspira a la excelencia y a la exclusividad”
Una nueva edición, la quinta ya, del Festival Cap Rocat se desarrolla en los próximos días en Mallorca. El evento cuenta con dirección artística de Ilias Tzempetonidis, con quien conversamos aquí para conocer con detalle su trayectoria y su propuesta para Cap Rocat.
Esta entrevista gira en torno a su trabajo con el Festival Cap Rocat, pero me gustaría empezar por una pregunta más general sobre su trayectoria hasta la fecha. Si no me equivoco, ahora mismo está al frente de la dirección artística del Teatro San Carlo de Nápoles y colabora también con el Tiroler Festspiele y la New York Philharmonic. Imagino que son proyectos muy distintos pero complementarios. Sería bueno también recapitular su trayectoria hasta la fecha, habiendo pasado por capitales como Milán o París.
Sí, a día de hoy me ocupan compromisos muy distintos y muy particulares, pero realmente complementarios. A decir verdad, trabajo demasiado para ser griego (risas).
En todo caso, por recapitular, entre los años 1995 y 2000 trabajé en la Bayerische Staatsoper de Múnich, con Peter Jonas como intendente. Después, entre los años 2000 y 2010 fui director artístico en el Megaron de Tesalónica. A continuación estuve en la Ópera Nacional de Grecia por tres años. Más tarde, entre 2009 y 2014 fui director de casting en la Scala de Milán y después tuve el mismo cargo en la Ópera de París. Ahora en Nápoles ejerzo de director artístico, tras la partida de Stéphane Lissner.
Al mismo tiempo, Jonas Kaufmann, a quien conozco desde hace veinte años, me pidió hace un tiempo incorporarme con él al nuevo proyecto para el Tiroler Festspiele. Yo solo acepto proyectos en los que tenga por delante al menos cinco años de compromiso para desarrollar una propuesta artística. Y en este festival estamos trabajando para posicionar el festival a nivel internacional, contando para ello con grandes nombres de la escena actual como Claus Guth, Deborah Warner, Calixto Bieito, Damiano Michieletto, etc. También queremos contar con jóvenes cantantes y con jóvenes directoras de escena, mujeres con carreras en ascenso, como la española Bárbara Lluch, que hizo nuestra Bohème el año pasado.
Con Gustavo Dudamel sucedió algo parecido, al hilo de su incorporación como nuevo director titular de la New York Philharmonic. Nos conocemos muy bien, de mis años en Milán y en París, y quiso contar conmigo como asesor de casting para los proyectos que implican voces y para las óperas en forma de concierto que se puedan planificar.
Y por último Cap Rocat…
Sí, y finalmente llegó Cap Rocat, un proyecto que yo no esperaba, francamente. Hace cuatro años yo formaba parte del jurado de un concurso de canto en Palma de Mallorca y tuve ocasión entonces de conocer a Antonio Obrador, quien me contó su idea de desarrollar un centro artístico en Cap Rocat, una ubicación muy particular. Originalmente yo le dije que no, porque no soy un productor, no soy un agente de cantantes… no me dedico a eso. Pero Antonio insistió con vehemencia y decidimos organizar algo. Hicimos así un primer concierto con Sondra Radvanovsky.
Cuatro años después de aquello hemos hecho ya muchas cosas de primer nivel como Cavalleria rusticana con Elīna Garanča. Y hemos contado con las primeras voces del momento como Lisette Oropesa, Nadine Sierra…
Adentrémonos más en la propuesta de Cap Rocat. ¿Cuál es exactamente la estructura del festival?
La idea es una experiencia inmersiva durante tres días, incluyendo una ópera en forma de concierto, una gala lírica y un concierto de música cámara. Y todo debe de tener un nivel extraordinario, excelente, con carteles de gran reclamo a nivel de nombres internacionales. Cap Rocat aspira a la excelencia y la exclusividad. No es casual que todos los grandes cantantes del momento hayan pasado ya por aquí, como le decía.
Y la tendencia continúa este año, con la presencia de Anna Netrebko y Pretty Yende.
Así es. Es un auténtico lujo que podamos contar con Anna haciendo su primera Abigaille de Nabucco en España. Esto es un nivel de exclusividad muy importante para Cap Rocat. Y lo mismo sucede con una artista como Pretty Yende, quien se está adentrando en un nuevo repertorio y nos lo viene a mostrar aquí casi en exclusiva.
Me parece muy importante acompañar, en este sentido, la trayectoria de los artistas, dando ocasión a su desarrollo vocal e interpretativo. Anna Netrebko no es Anna Netrebko de un día para otro. Y lo mismo con Jonas Kaufmann, Elīna Garanča o Ludovic Tézier. Todos ellos son artistas sumamente inteligentes, además de grandes voces. Para tener trayectorias como las suyas no basta con ser carismático en escena y tener una buena voz, hace falta mucho más.
En el caso de Pretty Yende se va a adentrar poco a poco en los grandes papeles para prima donna, dejando atrás las ‘inas’ de Don Pasquale, Elisir y demás. Y es muy importante generar las condiciones para que eso suceda.
En el caso de Cap Rocat, entiendo que el espacio como tal forma parte de su encanto y su singularidad.
Así es. Es un espacio arcaico, por así decirlo. No es un resort al uso. En su momento era una fortaleza y hoy en día tiene una apariencia bastante surrealista, todo parece escondido y recóndito allí. Tiene un encanto muy particular y representa de algún modo un escenario natural perfecto para una obra como Nabucco. La visión de Antonio Obrador ha creado este espacio tan singular, con una energía muy particular.
En mi caso, siendo griego, mediterráneo, enseguida sentí una conexión especial con el lugar y quise que los cantantes que invitamos se sintieran aquí como en casa. Y creo que lo hemos conseguido. Todos los que han venido quieren volver (risas). Sondra, Jonas… todos quieren volver y lo entiendo.

Abundando en la edición de este año, ¿cuál es la propuesta, más allá de este Nabucco ya citado con Anna Netrebko y el recital de Pretty Yende?
Durante estos tres años he tenido la intención de presentar al público el relevo generacional que ya se está produciendo entre las sopranos de nuestros días. Nadine vino el primer año, Lisette vino el segundo y este año tenemos a Pretty Yende. Y esto quise hacerlo al tiempo que mostrábamos a los artistas internacionales más consagrados como Sondra, Jonas o Elina.
En el caso de Pretty Yende tengo con ella una conexión especial. En el año 2009 la traje a la Accademia de la Scala desde Sudáfrica. Y he seguido muy de cerca toda su trayectoria. En París hicimos a su medida algunas producciones, muy pensadas para la evolución de su repertorio, con un plan a varios años vista, con Barbiere, Pasquale… hasta la famosa Traviata de Simon Stone de 2019 en Garnier.
En este momento Pretty Yende se adentra ya en otro repertorio y quiero también acompañarla en este camino. Por eso el recital que presenta en Cap Rocat incluye roles como Desdemona, Norma… Este recital con ella, bajo la batuta de Riccardo Frizza, es una suerte de ‘antipasto’, un anticipo de lo que pasará en su carrera durante los próximos años.
Por supuesto estos cantantes de los que hablo cantan también en España. Gracias a mis buenos amigos Joan Matabosch y Víctor García de Gomar estas voces se escuchan también en el Teatro Real y en el Liceu. Pero aquí en Cap Rocat proponemos algo distinto, algo realmente exclusivo y que solo suceda aquí, como el año pasado con el increíble recital de belcanto de Lisette Oropesa.
En linea con esto que menciona, ¿cuál es la proyección de Cap Rocat? ¿Qué nos espera en los años venideros?
Yo trabajo con al menos dos años vista. Esto quiere decir que ya tengo sobre la mesa la programación de 2026 y 2027. Evidentemente no se la puedo desvelar aquí, pero la idea es continuar en esta misma línea que le comentaba. Evidentemente siempre vamos a hacer grandes títulos del repertorio más popular, no podemos hacer Wozzeck o Wagner aquí (risas). Este no deja de ser un festival de verano y tenemos que se razonables con lo que eso implica, la gente viene aquí a pasárselo bien.
En linea con esto y volviendo al Nabucco con Anna Netrebko, ¿qué otros cantantes se dan cita en cartel?
Además de Anna Netrebko, en este Nabucco en forma de concierto tenemos a Gabriele Viviani, Christian Van Horn, Francesco Demuro y algunos cantantes españoles en los roles comprimarios como Manuel Fuentes y Moisés Marín.
La propuesta se completa, como le decía, con un concierto de cámara, este año por vez primera con un violinista, con un artista de la talla de Maxim Vengerov, una auténtica leyenda.