Aquiles Machado: "A Coruña tiene que volver a ser un lugar de referencia en la lírica española"

Conversamos con el tenor Aquiles Machado, responsable artístico de la temporada lírica de A Coruña, que empieza en apenas unos días con Carmen de Bizet, en la ya icónica propuesta escénica de Calixto Bieito. 

Son ya cuatro años al frente de la temporada lírica de A Coruña. ¿Sería capaz de hacer un balance abreviado de estos años?

La principal dificultad que me encontré cuando llegué aquí fue la necesidad de constituir un equipo totalmente nuevo. Y eso es algo que hemos logrado poner en marcha a día de hoy, con un equipo que funciona a la perfección y que tiene todas las papeletas para seguir creciendo. La idea de todo esto es que podamos tener aquí un equipo de trabajo permanente, que es lo que al fin y al cabo da estabilidad a cualquier festival o temporada de ópera.  

A nivel artístico hemos intentado dar un nuevo impulso a la parte escénica y visual de la ópera, tratando de reencarnar esta faceta de la lírica, tratando de establecer nuevamente a Coruña en el panorama lírico nacional, como lo fue en su día, en los tiempos del Festival Mozart. Coruña tiene que volver a ser un lugar de referencia en la lírica española. Pero esta es una tarea que requiere tiempo y que necesita un apoyo institucional mucho más importante que el que ahora tenemos. 

El tejido económico e industrial de Coruña tiene que involucrarse con nosotros en mayor medida pero para eso nosotros tenemos que demostrar que lo que hacemos merece la pena. En este sentido creo que estoy satisfecho del trabajo que hemos realizado, las cosas están andado por el buen camino y espero que en los próximos años logremos establecer en Coruña algo que perdure y que siga funcionando con autonomía el día que yo me vaya. 

A nivel institucional y económico, como ahora hacía mención, ¿en qué situación se encuentra la temporada lírica coruñesa? ¿Qué presupuesto manejan para esta edición? ¿Qué respaldos se podrían ampliar?

Los respaldos que se podrían ampliar pasan desde el bar de debajo de nuestra oficina hasta el gobierno central. Yo quisiera que todos se interesaran en nuestro proyecto y entendieran la importancia que tiene una temporada de ópera en una ciudad como esta. La ópera y la música clásica tienen una transversalidad que trasciende más allá de lo que ocurre en el escenario. Y es muy importante que esto lo entiendan las instituciones públicas y las empresas privadas. Cualquier ayuda es fantástica para poder crecer. 

Para hacer cuatro títulos nosotros manejamos un presupuesto que apenas supera los 500.000 euros. Hacen falta muchos aliados y mucha imaginación para poder hacer cuatro títulos con ese presupuesto. Por eso también estamos apostando por artistas noveles, que no están aún dentro del tapete estándar de los grandes teatros. Es importante abrir camino también a artistas quizá menos conocidos hoy en día pero que en poco tiempo no podrán volver a Coruña en las mismas condiciones que lo hacen ahora, porque sus carreras están despegando. 

Esta es una apuesta quizá arriesgada, considerarán algunos, pero es importante salir del sota, caballo y rey que garantiza el aplauso fácil. Aquí al público se le está exigiendo confianza y una escucha atenta. Al público de Coruña no le van a poder vender gato por liebre.

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Hablemos de la programación de este año, precisamente. ¿Cuáles son los hilos conductores que dan sentido a la propuesta?

Una de las bases de la temporada, como en tantos teatros este año, es el aniversario de Bizet. Nosotros hemos optado por hacer un guiño no solo a Bizet sino a su Carmen, que cumple asimismo 150 años. Y para esto hemos recurrido a una producción que supuso una revolución en su momento en la lectura de este título y que nunca se había visto en Coruña. En su momento fue una propuesta escandalosa, innovadora, rara, explosiva… se le dieron todos los adjetivos imaginables. Pero después de veinticinco años, los que han pasado desde su estreno, hemos llegado todos a la madurez suficiente como para poder ver este trabajo con otros ojos, con una serenidad que nos hace reflexionar además sobre lo paletos que fuimos en su día (risas). Todo tiene una perspectiva en el tiempo que va mucho más allá del primer impacto.

El elenco está conformado por artistas jóvenes, contando además con un buen puñado de cantantes gallegos. Los artistas invitados van a ser una gran sorpresa para el público coruñés, son voces que están el borde del trampolín de sus carreras, antes de convertirse en estrellas internacionales y es una suerte poderles tener aquí con nosotros.

Por otro lado, siempre hacemos una apuesta hacia nuevos públicos y audiencias más jóvenes. En este sentido hemos apostado por La finta semplice de Mozart, con un argumento que ya en su momento en Salzburgo era escandaloso y que se presta a una relectura muy interesante. Es admirable pensar que Mozart, que apenas tenía doce años cuando la compuso, tenía ya ese sentido crítico tan afilado en su tiempo, a diferencia de los jóvenes de hoy en día, que viven atrapados en una pantalla. La propuesta escénica de Gianmaria Aliverta apunta precisamente en esa dirección, reivindicando de alguna manera la inteligencia femenina acudiendo para ello al universo Barbie. Y todo esto con la dirección musical de Giuseppe Sabbatini, todo un lujo tenerle aquí con nosotros en su faceta como director. 

Otra idea que siempre articula nuestra programación es la pretensión de estrenar un título que no se haya escuchado nunca antes en Coruña. En este sentido encaja la apuesta por Pelléas et Mélisande de Debussy, que es una obra bellísima aunque también compleja y exigente. Es una apuesta valiente por nuestra parte, con un semi-stage a través de proyecciones audiovisuales, 

Después tenemos recitales de jóvenes, conciertos en centros sociales y una gala con Samuel Mariño, que es todo un espectáculo y a quien estamos esperando con los brazos abiertos. Nos traerá un recital compuesto en su mayoría por obras que incluyó en su último disco.

Ha mencionado ahora en varias ocasiones las apuestas valientes que articulan esta temporada. En línea con esto, ¿cuál diría que es el perfil del público coruñés?

En la experiencia que tengo durante estos años diría que es un público muy fiel. Nuestros socios son realmente apasionados, son casi más una tropa (risas). Y hablaba de apuestas valientes o arriesgadas porque creo que es nuestra obligación hacerlo así. Gusten más o menos, es importante conocer ciertas cosas, ampliar la mirada, acercarse a otros mundos y ampliar la experiencia como espectador. Coruña, en este sentido, es un lugar interesante para plantear este tipo de propuestas rompedoras, nuevas, distintas… Debemos hacerlo para ampliar el rango de nuestro público hacia otras generaciones.

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Más allá de los títulos que ya ha comentado, en la programación tienen otros pilares importantes como el ciclo de Lírica Inclusiva o el Curso de Interpretación con Carlos Álvarez.

Sí, son pilares constituidos de la temporada. Lírica Inclusiva tiene muchos años ya formando parte de la programación. Acercar la ópera a los centros sociales es una tarea bellísima y necesaria. Es fundamental poner este arte a disposición de todo el mundo.

Por otro lado el Curso de Interpretación de Carlos Álvarez es una invitación, una puerta abierta, a las nuevas generaciones; es además una ocasión excelente para que trabajen codo a codo con un artista de su trayectoria y nos sirve también, lo digo sin pudor alguno, para audicionar voces jóvenes que puntualmente podamos incorporar a nuestros elencos.

También tenemos actividades para niños dentro del proyecto de Ópera Kids. Cada años tenemos mil niños en este proyecto y es bellísimo ver cómo viven la ópera sin prejuicios, desde la pura emoción, desde el descubrimiento de algo nuevo y distinto. La imaginación es una de las grandes víctimas de la sociedad moderna y desde las disciplinas artísticas debemos promover su desarrollo en las nuevas generaciones. Y para esto, para vivir otros mundos, la ópera es una herramienta indispensable.

Otro rasgo que ha marcado su trabajo durante estos años en Coruña, usted mismo lo mencionaba ahora, es su apuesta tanto por el talento joven y como por el talento local.

A mí me parece algo esencial e intento hacerlo siempre en la medida de lo posible, conjugándolo con otras necesidades. Si estas oportunidades no se dan, si no existen estamos condenando al mundo de la lírica a quedar en manos de cuatro gatos… cuatro gatos que cantan muy bien, pero cuatro al fin y al cabo. 

Tenemos que descubrir el talento local porque eso genera conexión humana con el territorio, con la sociedad de su ciudad, de su barrio, cantando su propia música… Todo eso ayuda a integrar la comunidad y el escenario, que es la gran tarea que tenemos por delante.

Los artistas jóvenes no pueden ser eternos debutantes y es tarea nuestra darles las primeras oportunidades de trabajar precisamente aquí, en su tierra. Esa es sin duda una de las bazas que siempre he defendido y que defenderé siempre en el mundo de la lírica.

Le quería preguntar también por la relación de Coruña con otros teatros y temporadas líricas, sobre todo en lo que es la zona de expansión más natural de esta temporada, en el norte de España. ¿En qué punto están con esta cuestión?

Yo estoy en contacto regular con Cesidio Niño en Bilbao y con Celestino Varela en Oviedo, también con Ulises Jaen en Las Palmas. Son gentes con las que me entiendo bien y con quienes buscamos tender redes de colaboración que hagan más viables algunos proyectos. Ya hemos tenido algunas experiencias positivas en este sentido, con estos y con otros teatros. Es una fórmula fundamental para que el presupuesto y el talento rindan el máximo posible. 

Dicho todo esto, mi gran sueño es poder establecer una red de colaboración con las demás entidades líricas que hay en Galicia, tanto con Vigo como como Santiago. Sería algo muy importante de cara a la región, sin que ninguna de ellas pierda su personalidad y su independencia, pero sería bueno plantearnos ideas comunes de las que se pueda beneficiar todo el público gallego. Espero tener buenas noticias pronto en este sentido.

Por último, al margen de su actividad artística en Coruña, usted sigue en activo como tenor e incluso como director de escena. ¿Qué proyectos tiene por delante, en este sentido?

Sí, sigo insistiendo en que no me retiren prematuramente (risas). Haré Don José en Carmen, en la apertura de la temporada lírica de Caracas. El año que viene tengo un Requiem de Verdi en Metz y haré nuevamente también El caballero de Olmedo. Haré algunos recitales en Francia y Alemania.

Y tengo por delante dos direcciones de escena, una Traviata y una Bohème. Y también estoy ejerciendo como director de orquesta, en algunas ocasiones, estoy tratando de desarrolla también esa faceta. He hecho un Requiem de Mozart en Madrid recientemente, fue una experiencia muy bonita. Y próximamente haré un Requiem de Verdi.

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Fotos: © Amigos de la Ópera de A Coruña