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Celso Albelo: "Llegar al Met es una hermosa recompensa a muchos años de trabajo"

El tenor tinerfeño Celso Albelo afronta esta semana una de las citas más destacas de su agenda, a la espera del debut como Werther que le aguarda en febrero. Se trata por supuseto de su debut en el Metropolitan de Nueva York, como Leicester en la Maria Stuarda de Donizetti que protagoniza Sondra Radvanovsky, bajo la batuta del maestro Riccardo Frizza. Desde Nueva York, y a pocas horas de su debut, Celso Albelo comparte con Platea Magazine sus últimas sensaciones. 

Siempre se dice que no hay teatros pequeños ni públicos menores, que cada función es importante en sí misma, etc. Pero sin duda hay algo de relevante en el hecho de llegar a debutar en el Met de Nueva York, uno de esos sitios que pueden marcar un antes y un después. Imagino una mezcla de placer y nerviosismo en este momento. ¿Qué sensación está pesando más en estos días previos al debut?
 
Cierto es que no hay plazas pequeñas... pero llegar a cantar aquí, en mi caso, es la recompensa a unos muchos años intentando hacer las cosas bien y con un sello personal. Quiero pensar que es una hermosa recompensa. Fundamentalmente me divierto y aprovecho al máximo esta ocasión, una experiencia artística sin duda muy enriquecedora.
 
La experiencia de cantar en un teatro con esa historia tiene que ser sobresaliente. ¿Se siente algo especial cuando se pisa por primera vez ese escenario?
 
Por supuesto que sí, la energía de este lugar es tremenda, pero lo más importante es llegar con la tranquilidad que te da el trabajo bien hecho durante los ensayos. Con esa seguridad, después se trata de disfrutar de la energia que sólo un teatro como el Met, su atmósfera y su público te puedan dar.
 
Un cantante español debutando en el Met (en unos días lo hará también Juan Jesús Rodríguez), ¿siente muchos ojos pendientes de usted esta semana? ¿Una responsabilidad especial?
 
Me siento especialmente feliz de poder estar aquí como español, representando de alguna manera a mi país, a esa marca España de la que tanto se habla. Creo que es todavía más importante ser de alguna manera embajador cultural de nuestro país en estos momentos en los que nuestra cultura necesita tanto mimo y respaldo.
 
Descubrir Nueva York en compañía de su familia, con un niño pequeño, con esa colosal nevada de los últimos días... Parecen todos los ingredientes para una experiencia inolvidable. ¿Hay algo que eche de menos para que todo sea perfecto?
 
Siempre hay gentes y cosas a la que se echa de menos, pero con tales ingredientes es sencillo sentirse feliz, animado y pleno. Soy una persona privilegiada por poder disfrutar de mi trabajo con mi familia en Nueva York, deleitándome con todo lo que esta maravillosa ciudad te ofrece. Es cierto que en estos momentos te acuerdas de mama, de papá, de mi hermano... pero ellos siempre han estado ahí al lado y sé que sienten como propias todas mis vivencias artísticas: mi familia es fantástica.
 
El Leicester de la Stuarda parece un papel ingrato: no es el protagonista, canta bastante y su escritura musical es exigente. Además, al lado de una gran soprano como Radvanovsky… 
 
Sí, pero te proporciona una satisfacción personal única, porque es en todo momento un desafío vocal con el que asentar unas buenas bases técnicas e interpretativas. Cantar junta a Sondra es por descontado un privilegio; es una gran compañera y tiene una voz privilegiada.
 
A la vuelta de la esquina, después de Nueva York, otro reto, tan apetecible o más que el que hace un año le enfrentó con el Guillaume Tell de Rossini: ahora el debut como Werther en Tenerife. Imagino que ya lleva tiempo preparándolo. ¿Le impone más respeto si cabe que el debut en el Met? Aunque suene tópico, imagino que supone algo especial, como tenor canario, acercarse a ese papel que Kraus hizo tan suyo.
 
Exacto, a la vuelta de le esquina, pero prefiero ahora centrarme en disfrutar de esta aventura americana. Para adentrarme aún más en Werther todavía queda tiempo. Step by step como dicen por estos lares. Cierto es que cuanto más me familiarizo con Wether, más ganas me entran de abordarlo sobre el escenario, pero ya digo, siempre con calma. Kraus es un referente absoluto en este y en otros muchos roles, y hay que darle gracias una y otra vez al maestro por ese magisterio universal. Yo intentaré dar lo mejor de mi, pero siempre como Celso Albelo.