Lo que nunca sabemos
Vivir el cuarteto (Retrato íntimo del cuarteto de cuerda). Sonia Simmenauer. Antoni Boch, editor. Barcelona, 2023.
Una curiosidad que me ha asaltado siempre como aficionado a la música clásica es todo lo referente a cómo funciona la organización de un evento musical, y especialmente qué función tienen los agentes en todo el entramado que está detrás de un concierto, de la actuación de una orquesta, o de cómo se levanta una ópera, más allá de lo que es la escenografía. El libro que reseñamos hoy resuelve de manera clara y amena muchas de estas dudas. Sonia Simmenauer es una conocida agente musical, especializada en llevar en su agencia cuartetos de cuerda, y decidió allá por 2008 (ha habido una reedición en 2021) publicar en alemán sus experiencias y sus conocimientos de cómo funciona todo el mundo detrás de lo que ve el espectador. En Vivir en cuarteto, que ahora edita en España Antoni Boch, editor, Simmenauer hace un repaso de su trayectoria pero, especialmente, cuales son todas las vivencias que puede tener un agente musical.
Dividido en capítulos cortos, el libro va repasando temas tan interesantes como la definición de lo que es un agente y cómo es visto por los músicos y por el público. También cómo ella establece las relaciones con sus cuartetos, intentando no entrar en cuestiones personales, con trato cordial y caluroso pero sin llegar a la intimidad, aunque inevitablemente, a lo largo del tiempo se crean con algunas personas lazos de amistad. Repasa el origen de los cuartetos de cuerda como una manera hogareña de acercarse a la música clásica que luego dio el salto a los escenarios; el mundo de los ensayos o las giras (a las que ella no asiste), o cómo se solventan los mil y un problemas que pueden surgir en el día día de su trabajo.
Un capítulo especialmente interesante para el melómano es el referente al repertorio que suele tocar un cuarteto de cuerda. Simmenauer comenta que el catálogo para esta forma musical es enorme pero que, inevitablemente, los conjuntos suelen repetir una serie de obras que, digamos, forman el corpus canónico del cuarteto. Se suele argumentar que es el público el que exige este constante acercamiento, pero parece claro que a un cuarteto que busque un lugar destacado en el panorama internacional se le exigirá maestría en este grupo de obras, originarias de la esencia del mundo cultural occidental. Eso hace que los cuartes compuestos por músicos occidentales tengan más fácil, según la autora, acercarse a la esencia de estas piezas y que les resulte más difícil a los provenientes de otras culturas. No sé si todo el mundo pensará esto pero es un interesante punto de vista. Como ejemplo del repertorio de un cuarteto, en el libro se proporciona el de uno de los más prestigiosos del mundo, el Cuarteto Alban Berg. Su lista se basa especialmente en compositores relacionados con Viena (como no podía ser de otra forma dado su nombre) pero también con un repaso a la literatura fundamental para cuarteto de cuerda, por lo menos hasta mediados del siglo XX.
En estas páginas se nombran famosos conjuntos como el LaSalle, el Guarnieri o el ya mencionado Alban Berg, pero son muchos más, cuya historia, junto con la inmensa experiencia de Simmenauer componen un libro imprescindible para todo aquel que le guste la música de cámara y para aquellos que quieran ver como funciona el mundo musical entre bambalinas.