Un año para celebrar
Beethoven: un retrato vienés. Arturo Reverter y Victoria Stapells. Tirant humanidades. Valencia, 2020.
Parece un poco contradictorio el título de esta reseña. No hay muchas cosas que celebrar y bastantes de las que lamentarse en este 2020, pero también es necesario aprender a convivir, dentro de lo posible, con estas limitaciones de todo tipo con el agravante del riesgo de enfermedad e incluso muerte. La música y la lectura siempre son admirables compañeras en estos avatares y si las unimos podemos lograr momentos que nos reconcilien con el mundo.
Tanto teatros, auditorios u orquestas como editores se prometían una conmemoración a lo grande del 250 aniversario del nacimiento en Bonn de Ludwig van Beethoven el 16 de diciembre de 1770. El alemán está en la cumbre de la composición y recordar con multitud de actos y publicaciones este aniversario era una apuesta segura dado que el público no iba a fallar. Pero las cosas se han torcido radicalmente y a toda prisa, y, muchas veces desgraciadamente cancelando, ha habido que reorganizar el merecido homenaje al gran maestro. También en el mundo editorial se ha notado este “bajón” producido por la pandemia. Aunque autores y editores siguen con las mismas ganas de publicar, no hay un ambiente demasiado festivo para recibir nuevos títulos. Y creo que es un error. Como decía más arriba, son tiempos de lectura y escucha y tener un buen libro a mano sobre Beethoven y poder al mismo tiempo oír alguna de las múltiples grabaciones de sus obras es un privilegio. Por eso hay que congratularse de la aparición de libros como el que comentamos hoy. Beethoven: un retrato vienés nos permite hacer un recorrido por la vida y obra del compositor de una manera amena y a la vez rigurosa. Ya avisan los autores que su intención, dada la prolija bibliografía sobre el compositor y su obra, se centra más en la divulgación (sin perder, insisto, el rigor) que en la investigación. Lo que nos sirven es un libro que nos ayuda a comprender mejor el devenir de Beethoven, sobre todo en su estancia en Viena, la ciudad que desde joven disfrutó de su talento.
La manera de abordar este estudio es interesante. Los autores dividen el libro en catorce capítulos, cada uno de ellos dedicados a una (o un grupo) de obras fundamentales en el opus beethoveniano. Así tenemos el segundo capítulo, centrado en la 3ª Sinfonía, conocida como la Heróica, y dedicada a uno de sus más fieles protectores (aunque los últimos años la relación fue turbulenta) el príncipe Joseph Lobkowitz. Además de repasar el contexto histórico y biográfico de este periodo de la vida de Beethoven se hace un estudio musical (completado con algunos fragmentos de la composición al final del capítulo) que nos ayuda a entender con más claridad la esencia de esta sinfonía. Porque no olvidemos que una de las características más importantes del compositor es la visión general de cada una de sus obras, siempre consideradas un todo en sus distintos movimientos y no como fragmentos unidos.
En otros capítulos se contemplan obras tan significativas como el Concierto para piano y orquesta nº5 “Emperador”, la ópera Fidelio o el especial ciclo de lieder An die ferne Geliebte, que les sirve a los autores para hablar de la convulsa relación del maestro con las mujeres que se cruzaron en su vida, algo que siempre influyó de manera muy notable en su obra. Completan el texto unos apéndices sobre bibliografía y sendos listados muy útiles de sus obras, tanto las catalogadas como las que no.
Para quien quiera conocer a Beethoven con una profundidad que otros textos divulgativos no tienen, pero a la vez no desean verse abrumados por trabajos musicológicos sólo aptos para especialistas, este es su libro. Arturo Reverter y Victoria Stapells han hecho un trabajo excelente.
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