Garcia Calvo

Una grata familiaridad

Madrid. 30/10/2020. Teatro Monumental. Robert Schumann: Sinfonías no. 1 y no. 2. Orquesta Sinfónica de RTVE. Guillermo García Calvo, dirección musical.

La Orquesta Sinfónica de RTVE ha previsto esta temporada abordar las cuatro sinfonías de Robert Schumann, en sendos programas bajo las batutas de Guillermo García-Calvo (Madrid, 1978) y el actual titular del conjunto, Pablo González (Oviedo, 1975). La primera de estas citas discurrió la pasada semana en el Teatro Monumental bajo la serena y lúcida mirada del maestro madrileño, quien compagina ahora sus labores en el Theater Chemnitz con su posición al frente del Teatro de la Zarzuela, del que es director musical desde diciembre de 2019. Le correspondía a García Calvo hacerse cargo de las dos primeras sinfonías del compositor alemán, dos partituras bien distintas, de muy diverso tono, la primera titulada 'Primavera' y concebida en un momento de extraordinaria plenitud vital, en 1841, reciente aun el matrimonio del compositor con Clara Wieck; y la segunda mucho más elaborada y menos triunfal, presa ya Schumann de sus conflictos interiores y sin duda condicionado por sus crecientes brotes nerviosos.

A pesar de una cuerda voluntariosa pero falta de brillo, de escaso realce, lo cierto es que la Orquesta Sinfónica de RTVE se entregó con denuedo a estas obras, que sonaron auténticas en manos del maestro madrileño, quien las abordó con una atinada mezcla de brío y elegancia, con un bien labrado equilibrio entre los pasajes de mayor lirismo y recreación y aquellos donde la tensión y el poderío se imponen. Mucho más precisa y fina la segunda de las dos sinfonías, desde el punto de vista de los atriles, acertó García Calvo en el podio al resaltar los muchos ecos que hay en esta música, donde resuenan Weber, Mendelssohn y Schubert de un modo innegable. Estos parentescos enriquecen sin duda una lectura que va mucho más allá de la mera literalidad y el trivial relieve melódico.

La batuta del maestro madrileño transita por este repertorio con evidente familiaridad. No en vano es el actual Generalmusikdirektor de la Robert Schumann Philharmonie, con sede en Chemnitz. Y es realmente grato ver a un director español moverse sentirse así de desahogado y cómodo con estas partituras, sin complejos. Las de Schumann son sinfonías fáciles, en absoluto. Requieren un abanico muy amplio de contrastes y dinámicas para el justo realce de lo escrito por Schumann en el pentagrama. Y este empeño no es sencillo con una orquesta indudablemente voluntariosa pero con manifiestas limitaciones, como la Sinfónica de RTVE, cuyos músicos por cierto hacen un esfuerzo ímprobo para manejarse con las tabletas que han sustituido a sus partituras en el atril. 

Guillermo García-Calvo es un director con mucho talento y con un gran oficio, con una técnica bien forjada. Seguridad y naturalidad son sus mayores virtudes. Una batuta genuina, sin ínfulas, sin más servidumbres que la partitura. Cuánta falta nos hacen músicos así. De los atriles de la Sinfónica de RTVE me quedaría con su excelente flautista Pepe Sotorres y el firme trabajo de los metales, sobre todo trompas y trompetas, muy atinadas en sus intervenciones. En conjunto escuchamos un Schumann muy estimable, impregnado de una grata familiaridad, quizá el mejor que pueda hacerse con esos mimbres y en la ingrata acústica del Monumental.