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Carlos Mena y Sonia de Munck, en el oratorio "Caín o el primer homicidio", de Scarlatti, en el Arriaga de Bilbao

Este próximo 15 de abril, el Teatro Arriaga de Bilbao ofrecerá el oratorio Cain, overo il primo omicidio, de Alessandro Scarlatti. Contará para ello con la dirección musical de Carlos Mena, al frente de la Sinfónica de Bilbao e interpretando él mismo el papel de Dios, en una propuesta escénica de Tatjana Gürbaça,

Además, se podrán escuchar las voces de Sonia de Munck como Eva, Josu Cabrero cmo Adán, Christian Borrelli como Caín, Lucía Caihuela como Abel y Ferran Albrich como Lucifer.

"Alessandro Scarlatti- cuenta el Arriaga - fue admirado por los compositores barrocos como el más grande maestro compositor de música vocal dada su genialidad a la hora de expresar musicalmente las inflexiones de la poesía. Entre su increíble producción vocal (alrededor de 600 cantatas, unas 120 óperas y cerca de 40 oratorios) destaca “Cain, overo Il primo omicidio”. Aunque fue escrita como una obra de la Contrarreforma en 1707, año en el que las representaciones escénicas estaban totalmente prohibidas en Roma por decreto papal, Il primo omicidio es, sin embargo, una ópera en toda regla. Fue estrenada en Venecia en 1707.

Este montaje ofrece una gran oportunidad de disfrutar del arte del genio napolitano, que nos sumerge en la trama de la primera acción criminal del hombre, envueltos en una idílica atmósfera paradisíaca y en una profunda lucha de espontáneos sentimientos humanos. Imprime musicalmente Scarlatti en cada personaje una variada paleta de caracteres y afectos que convierten el discurso dramático en un gran viaje al primer fratricidio de nuestra cultura: la historia bíblica del fratricidio de Caín a Abel. Su relato está llena de sexo, crimen, drama y humor. Dios y el diablo aparecen y luchan por el alma humana. Las emociones y las pasiones se recrean en las arias como los picos de fiebre, con una música llena de colores y detalles. Todas las preguntas básicas que podemos hacer al mito están contenidas en este oratorio: ¿Cómo llega el mal al mundo? ¿Por qué Dios pone al ser humano a prueba? ¿Cómo encontrar el camino correcto? ¿Y debemos subordinar nuestra felicidad personal a la fe? En el proceso, Caín se convierte, por un lado, en el símbolo del ser humano errante, del que duda y busca, pero por otro lado también es el portador del conocimiento y, con su excesiva capacidad de amor y anhelo, el símbolo del hombre mismo. Junto con él, reconocemos que siempre tenemos que buscar dentro de nosotros mismos cuando pedimos lo divino".

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