El Cuarteto Casals protagoniza 'Universo Shostakóvich', el nuevo ciclo del CNDM y La Filarmónica para la temporada 25/26
El Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM)presenta un adelanto de su temporada 25/26: el ciclo “Universo Shostakóvich”, en colaboración con La Filarmónica. Esta programación conmemora el 50º aniversario de la muerte de Dmitri Shostakóvich, figura capital de la música del siglo XX, y propone una inmersión única en su universo creativo a través de sus quince cuartetos de cuerda, auténtico diario íntimo del compositor. La interpretación correrá a cargo del Cuarteto Casals, uno de los conjuntos de cámara más reconocidos internacionalmente, en cinco citas que se desarrollarán entre el 26 de noviembre de 2025 y el 9 de abril de 2026 en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música.
Esta es la tercera vez que el Cuarteto Casals se enfrenta a una integral de conciertos en torno a una figura clave de la historia de la música, en el marco de la programación del CNDM. En 2012 interpretó la integral de los cuartetos de Franz Schubert y Anton Webern, y en 2018 confrontó la integral de cuartetos de Ludwig van Beethoven con seis estrenos de Benet Casablancas, Lucio Franco Amanti, Giovanni Sollima, Aureliano Cattaneo, Matan Porat y Mauricio Sotelo. En esta ocasión, la prestigiosa agrupación se enfrenta a Dmitri Shostakóvich, uno de los creadores más influyentes de su tiempo.
Nacido en San Petersburgo en 1906, su trayectoria artística se desarrolló en paralelo a la agitada historia política de la Unión Soviética. Su música, profundamente marcada por la tensión entre la expresión personal y la censura del régimen, ha dejado un legado inmenso que abarca géneros tan diversos como la sinfonía, la ópera, la música de cámara o el cine. Su obra refleja con intensidad los dilemas éticos, sociales y humanos del siglo XX, y ha conectado con generaciones de oyentes por su mezcla de ironía, lirismo, dramatismo y lucidez.
Los quince cuartetos de cuerda que compuso entre 1938 y 1974 constituyen una de las cimas del repertorio camerístico moderno. Escritos en paralelo a sus sinfonías, los cuartetos de Shostakóvich revelan una voz más íntima, libre de las presiones institucionales, en los que volcó sus emociones más profundas y su mirada crítica sobre el mundo. Cada uno de ellos es un universo propio: algunos están impregnados de lirismo melancólico, otros de sarcasmo o dramatismo extremo, y todos evidencian una complejidad técnica y expresiva que los convierte en obras de referencia para intérpretes y melómanos.
Cinco citas para explorar el Universo Shostakóvich
Este ciclo se abrirá el miércoles 26 de noviembre con los tres primeros cuartetos, escritos entre 1938 y 1946. El Cuarteto n.º 1 (op. 49), una pieza de juventud, da paso al n.º 2 (op. 68), compuesto en plena Segunda Guerra Mundial, una obra poderosa y dramática. El programa de este primer concierto se cierra con el n.º 3 (op. 73), una obra estructuralmente ambiciosa, escrita en los albores de la posguerra, donde se perciben ecos de tensiones políticas y personales.
El recorrido continuará el domingo 14 de diciembre con los cuartetos 4, 5 y 6, escritos entre 1949 y 1956, en un periodo especialmente convulso para el compositor. El Cuarteto n.º 4 (op. 83) permaneció inédito hasta después de la muerte de Stalin, por su carácter intensamente emocional y referencias al folclore judío. El n.º 5 (op. 92) destaca por su arquitectura en tres movimientos encadenados, y el n.º 6 (op. 101), más luminoso en apariencia, esconde bajo su superficie una ironía inquietante.
El jueves 8 de enero de 2026 el Cuarteto Casals abordará tres de las obras más personales de Shostakóvich: los cuartetos 7, 8 y 9. El n.º 7 (op. 108) es el más breve de todos, una joya lapidaria escrita en memoria de su primera esposa. El n.º 8 (op. 110), probablemente el más célebre, fue concebido como un réquiem autobiográfico en cinco movimientos que contiene la firma musical del propio autor. Le sigue el n.º 9 (op. 117), de carácter más extrovertido y vitalista, que parece abrir una ventana de esperanza.
El viernes 6 de marzo llegará el turno de los cuartetos 10, 11 y 12, obras que marcan el inicio de la etapa final de Shostakóvich. El Cuarteto n.º 10 (op. 118) está teñido de melancolía y recoge elementos de formas tradicionales. El n.º 11 (op. 122) tiene una atmósfera introspectiva y frágil. El n.º 12 (op. 133), por el contrario, despliega un lenguaje armónico más audaz, con la incorporación de recursos del serialismo.
El ciclo culminará el jueves 9 de abril con los tres últimos cuartetos del compositor, testimonio de su ocaso vital y artístico. El Cuarteto n.º 13 (op. 138), escrito para viola solista, es una meditación sombría sobre el dolor y la soledad. El n.º 14 (op. 142), con influencias del jazz y elementos del folclore judío, ofrece contrastes de gran expresividad. Finalmente, el n.º 15 (op. 144), escrito en seis movimientos lentos, constituye un desgarro poético y metafísico que pone un colofón conmovedor al universo camerístico de Shostakóvich.
Nota de prensa: CNDM