Time goes by
Vivimos tiempos de inmediatez y aceleración. De un modo casi alarmante hemos normalizado la idea de poder cruzar el mundo de punta a punta en apenas unas horas; nos resulta ya sumamente cotidiano conectar al instante, por videollamada, con alguien situado a miles y miles de kilómetros.
Al mismo tiempo, la inteligencia artificial amenaza con colarse en nuestras vidas de un modo que ni siquiera alcanzamos a advertir. Y entre tanto estímulo, en mitad de tan vertigionosa espiral, donde la novedad es norma, nos paralizan las tragedias como esa horrible dana de Valencia, nos indignan los atropellos como el barrido israeli de Gaza y nos sobresaltan los imprevistos, como el apagón vivido hace un par de meses en toda España.
Y en mitad de todo ello la música siempre será consuelo, refugio, un lugar al que volver una y otra vez, con las mismas notas, en una repeticion tan incesante como grata. La música es hogar y nos conforta, incluso cuando el paso del tiempo nos golpea abruptamente y en pocas semanas perdemos a talentos tan notables como los tenores Peter Seiffert y Luigi Alva, el director de escena Pierre Audi o el legendario pianista Alfred Brendel.
Time goes by… el tiempo pasa y sin apenas darnos cuenta Platea Magazine se encamina ya a cumplir próximamente su primera década de vida. Sirvan estas líneas para reconocer, una vez más, a todos los que hacen posible este proyecto: colaboradores, anunciantes, lectores... Platea no sería nada sin vuestro respaldo y fidelidad.
