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Daniel Bianco: "Tenemos que aprender que hay muchas formas de contar la zarzuela" 

Tras la presentación de la próxima temporada 20/21 del Teatro de la Zarzuela y en pleno proceso de postproducción de la webserie para redes sociales que ha ideado, hablamos con Daniel Bianco, director del coliseo madrileño, sobre los próximos títulos, nombres propios y reflexiones del género en una época de incertidumbre y esperanza. 

¿Cómo ha resultado la experiencia de grabar una webserie en y sobre el Teatro de la Zarzuela?

La verdad es que la experiencia ha sido muy buena. Por muchas razones. Yo nunca había visto series y en el confinamiento he visto varias. Con The Crown quedé fascinado y de ahí pasé a Paquita Salas. Dos extremos estupendos. Algo de este formato se me quedó dentro y como vivo obsesionado con qué hay de zarzuela en las redes sociales, me decidí a hacer algo con ello. En la ópera, tenemos la suerte de poder ver a través de internet qué estan haciendo en Helsinki, o con una misma obra como La traviata, ver cómo la realizan en varios sitios. Por lo cual, te guste o no te guste el género o esa obra en concreto, te acostumbras a entender que puede haber varias versiones. Con la zarzuela esto no ocurre. Lo he comprobado en América, cuando hablas con mexicanos, uruguayos... lo que ven es el geranio, la reja y el mantón. ¡No es que yo esté en contra de eso! Pero tenemos que aprender que hay muchas maneras de contar la zarzuela.

Cuando llegó el momento de la desescalada, me di cuenta de veras que en nuestro sector hay dos perjudicados muy grandes: el público, que se ha quedado sin nada. Hay un vacío extraño y tengo la sensación de que les hemos abandonado, aunque no sea así. Y luego los artistas. No es fácil mantenerse económicamente en este sector. Tanto los que tienen un caché bajo, que no llegan a final de mes, como los que tienen un caché alto y su ritmo de ingresos no puede parar. Así que me dije: ¿por qué no llevar a la práctica una serie de zarzuela? Escribí un esbozo de los personajes, que tenía claro debían ser muchos (31) y debían vivir en Madrid, porque no se podía viajar... hice el esquema de qué se podía cantar... y pensé inmediatamente en Enrique Viana para que escribiera el guión. Él conoce muy bien lo que es el sainete, lo domina y tiene la virtud de escribir a medida y ser rapidísimo. 

¿Cómo es la serie?

Es una miniserie de seis capítulos, de unos 18 minutos cada uno y en cada uno hay varios cantantes invitados que interpretan dos piezas musicales, como si estuvieran ensayando. Todo sucede alrededor de una serie de personajes fijos, que son el personal del teatro. Sinceramente, tiene una cosa fresca. Me gusta mucho porque quien quiera sólo escuchar zarzuela puede hacerlo, pero quien quiera, además puede seguir la trama. Hay un personaje que sí se inventó Enrique Viana: "La que no está", que interpreta María José Suárez.

¿Es una alegoría a algún político?

¡No! (Risas) Es porque María José Suárez, quien la siga en Instagram verá que hace unas cosas loquísimas: desde hacer un bizcocho que le queda durísimo, como la funda de un ipad y lo rompe en pedazos... ¡hasta otras cosas que no sé si puedo decir aquí! (más risas) ¡No tiene límites! Y entonces ella va comentando todo desde su casa, como si fuera una influencer. En el último capítulo es cuando su personaje se hace carne. La entrada de María José Montiel, el momento de Amparo Navarro, cada aparición del utilero...creo que tiene muchos momentos fantásticos. En total, todos los capítulos juntos duran como hora y media, como si fuese un concierto... ¡así que hay que verla!

Queda además como el recuerdo del momento histórico por el que está pasando el Teatro de la Zarzuela.

Yo tengo una serie de obsesiones teatrales respecto al Teatro de la Zarzuela. ¡Qué son las que me motivaron a venir a trabajar aquí! Me encanta la zarzuela, el género lírico español y el teatro, eso por supuesto, pero una de ellas es intentar que todo lo que suceda aquí, se conozca, llegue a la gente. Luego habrá a quien le guste más y a quien le guste menos. A mí, por ejemplo, por más que me digan, el fútbol no me gusta nada, pero sé que existe el fútbol. La gente ha de saber que existe la zarzuela. Y para conseguir eso, el abanico de público que viene al Teatro ha de ser lo más amplio posible. Por eso mismo no puedo hacer una programación pensando sólo en lo que me gusta. Me parecería algo deshonesto. Hace 15 días hicimos "Aires de Zarzuela", un producto muy exquisito con Ainhoa Arteta y ahora tocaba hacer algo más cómico, en la tónica del sainete. Lo mismo que sucede con el proyecto pedagógico del teatro, como siempre cuento respecto a los jóvenes que participan o vienen a él: nadie nace sabiendo qué es la zarzuela. Y ocurre también en la ópera. Hay que cultivar ese interés. Ocurre también en el arte moderno: el primer día que ves un Mondrian o un Miró, puede gustarte, pero no lo vas a apreciar en su totalidad.

Todo lo que conoces se comprende mejor.

¡Claro! ¡O por lo menos sabes sentirlo! Yo un Miró no lo entiendo, ¡pero lo disfruto! Aprendes a saber quién es, o simplemente aprendes a plantarte delante de su cuadro, a recibirle. Con la música pasa lo mismo. Si no haces un trabajo de acercarte a ella, el camino va a ser más complicado. Mi primera ópera fue Tosca (con Plácido Domingo y Eva Marton), pero otra de las primeras fue La Valquiria... ¡y a mi me explotó la cabeza! ¡Me resultaba interminable! (Risas). No quiero que a la gente le suceda eso con la zarzuela. Este teatro ha de ser muy plural, sobre todo, además, porque es público. Ha de ser para todos los gustos. Los gustos en la sociedad ya no son masivos, hay gustos para todo. El primer año que llegué a la Zarzuela, cuando dije que quería hacer conciertos de otro tipo, hubo gente que se llevó las manos a la cabeza, pero estoy seguro que público de esos conciertos se han enterado, gracias a esos conciertos, de qué es la zarzuela.

¿Hacer el embudo?

¡Exactamente! Igual que hemos tenido a Marisa Paredes recitando a Lorca, o tenemos ahora la webserie... son filtros con los que intentar atraer a cuanta más gente, mejor. Cada día estoy más convencido: la zarzuela no es nada pretenciosa. Ni musical, ni dramáticamente, ni socialmente. Históricamente, la zarzuela era un negocio económico. Viendo como iba la función de la noche, cambiaban o mantenían el título para el día siguiente. Es un arte inmediato, algo que no pasa en ninguna otra forma de expresión artística musical. Eso es lo que me gusta. No quiero colocar a la zarzuela en un plano competitivo con la ópera ni mentirnos a nosotros mismos con ínfulas de algo que no es. No. La zarzuela, como dice Lluís Pasqual, es aquello que cuando terminas de verlo, te esboza una sonrisa. En ese camino hemos ideado la serie, que esperamos sirva también a la gente para pasar todo este mal rato.

 

"El ABANICO DE PÚBLICO QUE VIENE A LA ZARZUELA HA DE SER LO MÁS AMPLIO POSIBLE"

 

Todo este mal rato, por cierto y sabiendo que usted trabaja con mucha antelación, ¿le ha trastocado sus planes en la programación?

(Piensa). No tanto. No como pensé al principio de todo esto. Yo tenía un objetivo: intentar recolocar todo lo que no hemos podido hacer durante la pandemia. Lo que tenía pensado en el espacio que ocupará finalmente Luisa Fernanda la temporada que viene, era La rosa del azafrán, donde me coincidían varios cantantes. He pasado este último título a 2024. Después ha habido cosas que he podido retrasar, porque me parece necesario, justo y honesto que se estrene Policías y Ladrones.

¡Parece una obra maldita, como si habláramos de un código estético que ya no pertenece a este presente! ¿Habrá un nuevo cambio de reparto?

La cuestión es que esta producción la han pagado todos los españoles, esto es un teatro público y no puede quedarse tirada en una nave. Me temo que la soprano sí cambiará de nuevo, porque ella no puede participar en esta ocasión. La apuesta del Teatro de la Zarzuela, la haya encargado Paolo Pinamonti o quien haya sido, tiene que seguir adelante. Luego habrá reposiciones de otros títulos que he tenido que recolocar, pero que también se harán.

También hubo un concurso para una nueva obra...

¡Sí! ¡Y se hará! Lo que me interesa en el periodo que me queda es continuar con las recuperaciones, eso por supuesto. Son muy potentes además las que están previstas. Y me interesa mucho estrenar un encargo de una obra, que es lo que haré el último año antes de irme; además de este concurso sobre el que me pregunta. Intentar probar qué pasa con las nuevas zarzuelas, las nuevas comedias musicales o las nuevas óperas. En cualquier caso, para la actualidad y el futuro, creo que sería mejor empezar a hablar de "teatro musical español" y no encasillar qué es zarzuela y qué es otra cosa... no sé hasta qué punto podemos seguir hablando de zarzuela en las nuevas composiciones.

¿Puede que pase como en la versión que vimos aquí de Tres sombreros de copa?

¡Exacto! Empiezo a pensar que la zarzuela corresponde a una época y que en los años cincuenta del siglo pasado empezó a caer en desuso.

¿Entonces da por extinta la zarzuela?

Me parece que sí. Por ejemplo, la que ha ganado el concurso es una comedia musical, no es una zarzuela. Quizá, por eso digo, tendríamos que habar del "género lírico español" para aglutinarlo todo hoy en día.

En la rueda de prensa de presentación de la próxima temporada, dijo usted dos cosas que llamaron mi atención. Una muy bonita, que desde pequeño le dijeron "no dejes de soñar". ¿Qué sueña para la próxima temporada?

Sueño que otra vez la gente venga al teatro, que los artistas estén en el escenario y que podamos transitar todo esto sin tantos obstáculos. De verdad que desde que llegué a este puesto me he encontrado con 500 obstáculos. Tiro del carro, pero vino la fusión con el Teatro Real, ahora el coronavirus... la gestión de la Administración es cada día más complicada...

De hecho, mi otra pregunta era que me sorprendió su frase a la directora del INAEM, Amaya de Miguel: "Gracias Amaya, aunque no te lo creas".

¡Ah, bueno! ¡Pero lo dije por la cara que puso ella al darle las gracias! No me quedó claro que se lo estuviese creyendo. Se lo dije de corazón, de veras. Es muy complicado hoy en día trabajar en la Administración. El ritmo de un teatro no va con ella y Amaya está tan atada como puedo estar yo y sé que hace todo lo posible.

Bueno, hablando del cargo en general, alguna llave más que usted tendrá ella para desatar según que cosas...

Eso seguro, pero tengo que decir la verdad: la directora del INAEM, contiene. Tango buena relación con ella. Cuando yo le expongo según que situaciones, intenta solucionarlo, siempre. Unas las soluciona, otras no deben tener la llave. Lo que sí es cierto y lo digo contundentemente, es que la Administración necesita hacer un cambio real. Los teatros nacionales tienen que replantearse la forma de gestión. No se trata de un cargo político, de un gerente o de un director artístico, se trata de la estructura, de cómo se vive el día a día en los teatros públicos. Otras fórmulas, pero no esta. No puede seguir siendo una carrera de obstáculos y no es algo de hoy, sino de hace mucho tiempo. No sé qué más cosas soy, pero estoy seguro de que soy una persona crítica y exigente. No escatimo esfuerzos en hacer las cosas y mi equipo, que es muy, muy, muy reducido, se deja la vida tanto como yo y me veo en la obligación de señalar qué cosas no terminan de funcionar.

 

"LA ZARZUELA ESTÁ EXTINTA"

 

Con todo, hay que decirlo, el grueso de los grandes nombres líricos de nuestro país se dan cita en la temporada 20/21 del Teatro de la Zarzuela.

Yo siempre intento tenerlos a todos. Alguno puntualmente puede que no esté en esta, pero habrá estado en la anterior, o estará próximamente. Cuando una romanza de zarzuela la canta un cantante, está muy bien; pero cuando la canta otro, pueden parecer las Cuatro últimas canciones de Strauss. Hay nombres que levantan mucho el nivel. Hay que tener la tenacidad desde mucho tiempo antes. Hay personas a las que no puedo tener de un día para otro: Ismael Jordi, Celso Albelo, Saioa Hernández... que por cierto esta temporada estará con un concierto, pero volverá con un título escenificado. Ya iba a estar en Maruxa, pero no pudo ser. Es una cantante que me gusta muchísimo. Hemos intentado tener a todos y lo mismo pasa con los directores musicales y de escena. 

¿Tiene planificado ya el arranque de la temporada? Ante los diversos escenarios que pueden darse en función del virus, el posible estado de alarma, desescalada, rebrotes...

Mire, estoy casi seguro de que el título de arranque: La vida breve / La tempranica, tendremos que hacerlo por separado, en vez de en programa doble. Un día una y un día otra. No creo que esto se arregle tanto para septiembre-octubre. Vamos a ensayar un día una, un día otra. Como La Vida breve ya se ha hecho y hay un ayudante, muchas veces la ensayaremos por la mañana en la Sala Bristol. Es un espectáculo titulado Granada, que me gustaría o me hubiese gustado que se hiciese completo en una misma noche, porque además va a haber dos personajes clave, los propios compositores, que le adelanto serán interpretados por Jesús Castejón (Giménez) y Carlos Hipólitos (Falla)... y que dan sentido a la unión. En La vida breve interpretaremos una versión con orquesta reducida, propia de Miguel Ángel Gómez Martínez. No una versión en la que haya quitado o sumado instrumentos a la partitura de Falla, sino una versión propia escrita por él desde la edición para canto y piano. A todos les he dado la misma premisa: no quiero que la gente se vaya con la sensación de "qué pena que no se haya podido hacer al completo". No. Quiero hacer versiones para el covid19, para este momento histórico que estamos viviendo. No es cuestión de quitar y reducir, es cuestión de hacerlo desde cero para que la impresión sea de espectáculo completo.

¿Y por qué no hacer los dos títulos por separado en distintos momentos de la temporada?

No, porque quiero que se sienta, que se vea la continuidad de las dos obras unidas. Si tenemos que hacerlas en dos días consecutivos para que la gente pueda verlo, espero que el público compre entradas para los dos días. Y es que además este teatro es tan antiguo y tan pequeño que no está preparado para plantearlo de otra manera, sin descanso, o con descanso controlado... es que no tenemos ni baños suficientes para dividir al público por secciones. ¡Ahora! ¡Esperemos a septiembre! Yo hoy por hoy, no lo podríamos hacer, pero quizá en septiembre sí pueda realizarse, quién sabe. Ojalá.

Un título que me ha hecho "gracia" ver programado es la ópera Marianela, de Pahissa. Un hombre que opinaba que los compositores de zarzuela no tenían suficiente técnica ni inspiración para escribir ópera... ¡me pregunto cómo se vería él ahora!

¡Estaría encantado! (Risas). ¡De verdad que lo creo! Es uno de las muchas personas que tuvieron que exiliarse con el franquismo, por lo que ver su música en los carteles de nuevo es algo a celebrar. Y además sobre una novela maravillosa de Galdós, en el aniversario del escritor. ¡Y la obra es súper contemporánea! Va a ser un éxito. 

¿Habrá posibilidad algún día de escuchar una ópera, o una zarzuela en catalán en el Teatro de la Zarzuela? Como se hizo con Mirentxu en euskera.

Sí, sí, está pendiente: Cançó d'amor i de guerra en la 2023-2024. Mis años de vida en Bilbao me abrieron la mente a las lenguas y estoy fascinado con ellas. Lo tengo clarísimo. No sé si la haremos escénicamente o en concierto como Mirentxu. ¡Tendría que quedarme un par de años más para poder completar el círculo como me gustaría! Pero no va a poder ser. Me encantaría que quien viniese detrás de mí siguiese con las recuperaciones históricas. Lo que no me gustaría es que se volviese a mezclar zarzuela con ópera y opereta. Me parece peligroso para la zarzuela. El sentir de este teatro, que fue creado y pagado por unos señores que veían que la ópera italiana les iba a comer por los pies, debe siempre prevalecer. Se puede continuar de muchas maneras, pero que sea teatro lírico nacional.

Entiendo la reflexión que quiere hacer con la nueva creación, pero va a ser controvertida. Habrá quien diga que la zarzuela es zarzuela y que ponerle otra denominación más general es peligroso también, aunque sea para englobar la nueva creación.

Lo digo para poder abrirnos. Es que llegado un momento, los títulos grandes y más conocidos se agotan en la programación. Es un círculo finito. Llega un momento en que hay que volverlos a hacer. De otra manera, pero hay que volver a hacerlos. Como un cubo de Rubik. Yo hablo como concepto. El género no hay que tocarlo, ni tampoco su nombre. La zarzuela es zarzuela, pero no creo que sea conveniente meter en este teatro opereta alemana, comparando los dos géneros como si fueran lo mismo. Yo hablo de teatro lírico nacional para acoger las nuevas composiciones que se realizan aquí, en los idiomas de aquí y con compositores españoles. Música española.

Habrá en esta temporada, por cierto, varias citas con música de compositoras españolas.

Creo verdaderamente que este es el momento de las mujeres. El problema es que en el género de la zarzuela, la mujer no existe como creadora. La única manera de programarla sin cuotas, que no me gustan, es llamar a mujeres directoras de escena para dirigir aquí, además de cantantes.... Este año sí que me empeñé en hacer los conciertos de cámara en torno a las mujeres creadoras. Me ha ayudado muchísimo Raquel Rivera de la ORCAM. Además tenemos un monográfico el 8 de marzo con Aurelio viribay y Cristina Toledo. Hay que reivindicar a la mujer también en la zarzuela, porque aunque no tengan zarzuelas, hay otros tipos de composiciones.

 

EN LA ZARZUELA, LA MUJER NO EXISTE COMO CREADORA

 

Es que esa es la cuestión, que si no ha habido mujeres compositoras en la zarzuela por la opresión del heteropatriarcado, lo suyo es que ahora se les de su sitio a las nuevas creadoras.

¡Claro! En los ciclos de cámara habrá tres mujeres con sendas composiciones nuevas: Laura de las Heras, Miriam Sanz Ortega y Amanda Garrido. Además, en las músicas más "ligeras", tendremos a Sole Giménez, por ejemplo, que también hace un concierto basado en la mujer, totalmente feminista. Lo que me queda es incorporar el nombre de una mujer a la dirección musical.

En este teatro, la última y no sé si la única fue Yi-Chen Lin, si no me equivoco.

Sí. Y nadie más. Es complicado, porque no todo el mundo sabe dirigir lírica... y mucho más la zarzuela, hablando en general para cualquier batuta. Hay que mantener el pulso de la tensión durante todo el tiempo que hay texto, pero no hay música. En la ópera arrancas, vas, vuelves, te pierdes, te encuentras... pero en la zarzuela arrancas y cuando ya estás encaminado, de pronto, paras. Controlar eso, aparte de talento, se llama oficio.

Además de Bárbara Lluch, tendrá otros buenos nombres de la dirección escénica en la temporada...

Sí, Bárbara dirigirá El rey que rabió, con Carlos Chausson. Estará también José Luis Arellanos; Giancarlo del Monaco en la Granada de la que hemos estado hablando; Davide Livermore con Luisa Fernanda; la reposición de La del manojo de rosas por Emilio Sagi; Rita Cosentino en el Proyecto Zarza... más adelante volveremos a tener a Paco Azorín, en una nueva producción con Guillermo García Calvo a la batuta... y luego me entusiasma mucho, mucho, lo de crear una función para Amores en Zarza con texto de Nando López.

Que es alguien que puede conectar mucho con los jóvenes. Yo que soy mucho de cotillear estanterías, veo las suyas en redes sociales y me maravillan cómo puede llegar a un público nuevo, diferente...

Es que, que él que escriba una historia de amor, de ahora, para público joven de ahora, es algo que este Teatro tiene que celebrar. Sabe muchísimo Nando. Y para la próxima temporada haremos una comedia musical española del maestro Guerrero. Que los chavales vean que existen, porque todos los participantes vienen de cantar musicales estadounidenses y muy pocos conocen las comedias musicales que se han hecho aquí.

Es curioso porque en La del manojo de rosas participará Ruth Iniesta como protagonista. Ruth venía del musical y tuvo un éxito rotundo hace años, con esta misma producción, aquí, cantando el personaje de Clarita. Ahora serán dos cantantes provenientes también del musical quienes canten ese personaje junto a ella.

¡Sí! Sylvia Parejo y Nuria Pérez. Eso es lo bueno. Me encanta que se haya dado esta situación porque viene a demostrar muchas cosas. Tenemos que quitarnos muchos prejuicios aún de encima. Y Ruth va a estar ma-ra-vi-llo-sa.

Foto: Javier del Real.