Meister ONE 22 a

Un brillo crepuscular 

Madrid. 04/06/2022. Auditorio Nacional. Obras de Viðar, Strauss y Zemlinsky. Robert Silla, oboe. Orquesta Nacional de España. Cornelius Meister, dirección musical.

La Orquesta Nacional de España ha vuelto a brindar un programa interesante, a la altura del escuchado hace apenas unas semanas con Jukka-Pekka Saraste y música de Jean Sibelius. En esta ocasión se nos presentaban tres obras ciertamente infrecuentes: Eldur (Fuego) de Jórunn Viðar, el Concierto para oboe y orquesta de Richard Strauss y Die Seejungfrau (La sirenita) de Alexander von Zemlinsky. 

El programa corría a cargo del maestro alemán Cornelius Meister (Hannover, 1980) quien este verano se hará cargo de la nueva producción de Tristan und Isolde de Wagner en el Festival de Bayreuth y quien desde 2018 es el director musical de la Ópera y de la Orquesta del Estado de Stuttgart. Estamos, sin la menor duda, ante un maestro a seguir de cerca. Y no ya por el hecho de dirigir todo el programa de memoria, algo que cabe sin duda elogiar, sino por su general destreza y seguridad en todo momento.

La figura de la pianista y compositora islandesa Jórunn Viðar no ha tenido últimamente el debido reconocimiento, aunque fue en su día una autora reputada. Concebida como una partitura para ballet en 1950, Eldur (Fuego) nos retrotrae a las sonoridades propias de otros autores de latitudes septentrionales, de Sibelius a Nielsen. Con el regusto bien entendido de aquellas músicas nacionales, la partitura alterna ritmos y melodías con sorprendente fortuna, dando muestra de una esmerada orquestación y brindando estampas sonoras francamente atractivas.

La primera parte del programa se cerraba con el Concierto para oboe y orquesta de Richard Strauss. Inspirado por John de Lancie, oboísta de la Orquesta Sinfónica de Pittsburg, estamos ante una pieza de aires crepusculares, con claros guiños al clasicismo de Mozart. En la misma clave estética de Der Rosenkavalier y las Cuatro últimas canciones, la pieza es testimonio de una belleza que logró resplandecer incluso entre las cenizas de la Segunda Guerra Mundial.  

Con su virtuosa actuación como solista en este concierto, el oboísta Robert Silla -recientemente entrevistado en nuestras páginas- demostró que la Orquesta Nacional de España cuenta ahora mismo en sus atriles con un plantel de maderas envidiable. Silla exhibió una técnica precisa, una gran familiaridad con el estilo y un legato extraordinario. Junto con otros miembros de la orquesta, a modo de propina, ofrecieron un precioso fragmento de un sexteto de Brunetti.

Meister ONE 22 b 

Compuesta tras su desengaño amoroso con Alma Schindler, quien le abandonó para ir en brazos de Gustav Mahler dicho sea de paso, Die Seejunfrau (traducido a menudo como 'La sirenita') parte del texto homónimo de Hans Christian Andersen. La pieza se estrenó en enero de 1905 en Viena, junto con el Pelléas et Mélisande de su pupilo Arnold Schönberg.

A pesar de la buena acogida inicial de la obra, Zemlinsky la retiraría apenas dos años después al considerarla anacrónica. La partitura, que durante un tiempo se creyó perdida, había quedado en realidad desperdigada, con algunos manuscritos en Viena y otros en Washington, donde fue depositado todo el legado del compositor. Tras las indagaciones de Keith Rooke y Alfred Clayton en los años ochenta se puso en marcha la restitución de la pieza, que vio la luz de nuevo en 1984 y que terminaría por tener una edición crítica en 2013, llevada a cabo por Antony Beaumont.

Lo cierto es que estamos ante una obra colosal, de una opulencia bien entendida, con instantes de una belleza arrebatadora y con una orquestación ciertamente poderosa. No es, ni mucho menos, una pieza sencilla, ni para los músicos ni para el director. Y es que Zemlinsky amalgama con éxito estéticas dispares, algunas tardorománticas y otras claramente vanguardistas, casi rupturistas.

Cornelius Meister la puso en pie en Madrid con un pulso y un aplomo admirables, ahondando en un fraseo exuberante, al tiempo que quedaba patente la sólida arquitectura de la pieza. El maestro alemán hizo gala aquí de un gesto amplio, elocuente y discursivo; manejó con suma destreza volúmenes, dinámicas y planos, extrayendo de la ONE una sonoridad firme y de atractivo color, resplandeciente, de un brillo crepuscular. Fue un verdadero disfrute escuchar su ejecución.

Meister ONE 22 c