Boccanegra Maestri LasPalmas

El justo medio

Las Palmas de Gran Canaria. 24/05/2016. Teatro Pérez Galdos. 49 Temporada de Ópera de Las Palmas de Gran Canaria. Verdi: Simon Boccanegra. Ambrogio Maestri (Boccanegra), Isabel Rey (Amelia), Giacomo Prestia (Fiesco), Aquiles Machado (Gabriele Adorno)

Gracias al Patronato de Turismo de Las Palmas de Gran Canaria, Platea Magazine pudo desplazarse hasta la isla para asistir al cierre de la 49 temporada de ópera de la Asociación de Amigos canarios de la Ópera, con Simon Boccanegra de Verdi en cartel. Originalmente estaba previsto contar con Leo Nucci como barítono titular, pero la salud le ha obligado a guardar reposo, por lo que finalmente disfrutamos del hacer de Ambrogio Maestri como protagonista. Maestri posee una voz robusta y vigorosa, con algunas irregularidades en la zona de paso, que no suena siempre limpia. Ello no empece para que la línea de canto sea siempre teatral, desgranando con empeño los diferentes estados de ánimo del protagonista. No es, sin embargo, un actor de intensidad consumada, quedando ago más deslucida su labor en escena. En su descargo cabe decir que llegó a la isla el día previo a la representación, con apenas tiempo para hacerse cargo de la producción. Fue, en conjunto, un Boccanegra muy notable y a buen seguro que el rodaje de las próximas dos funciones deparará un resultado más redondo si cabe.

De un par de años a esta parte, la voz de Isabel Rey ha experimentado una cierta transformación, ganando cuerpo y proyección. La voz ahora suena más amplia y firme, desplegándose con un sonido más impetuoso en el primer agudo. No en vano tiene en mente debutar como Tosca y como Amelia en Un ballo in maschera; ninguno de los dos papeles parece ahora descabellado ante la naturaleza de sus medios. Su Amelia en Simon Boccanegra funciona ciertamente bien -conoce el papel a conciencia hace ya una década-, salvo alguna mínima tirantez en el extremo agudo, que Verdi requiere con insistencia en varias escenas. Lo compensan con creces, en todo caso, el énfasis bien medido del fraseo y la seguridad que manifiesta en escena.

A su lado fue una grata sorpresa el Gabriele Adorno de Aquiles Machado, expuesto con primor, con un fraseo terso (bellísimo el “Perdon, perdon, Amelia…”), sacando un enorme partido a un centro que se mantiene en muy buena forma, encontrando además una media voz muy resuelta. El agudo estaba firme también en esta ocasión, lo que redondeó un Gabriele Adorno de muchos quilates.

Seguramente fue la de Giacomo Prestia la voz más cansada del reparto, con una evidente tensión en la franja aguda, aunque reteniendo un color genuino en las notas más graves. Su Fiesco posee nobleza y aplomo escénico, pero la voz no termina de antojarse entonada en varios momentos. A menudo encomendado a barítonos, el rol de Paolo Albiani encuentra sin embargo una resonancia muy adecuada en el instrumento de un bajo o un bajo-barítono. Es el caso del buen trabajo que firma Ruben Amoretti, pintando sin exceso a este soberbio anticipo del Iago que se verá más tarde intrigando junto a Otello.

En el foso, José Ramón Tebar debutaba con esta partitura, ciertamente exigente y que vive sobre todo de los colores y las dinámicas. Tebar apuesta por unos tiempos ágiles, vívidos incluso, huyendo de un Boccanegra demasiado sinfónico. El resultado es un Boccanegra cantabile, sí, pero no distendido en demasía, no tan contemplativo y más teatral. El concepto es más que apreciable pero los mimbres de los que disponía Tebar tienen algunas limitaciones obvias. Sobre todo en el caso del coro, meritorio qué duda cabe, pero no muy numeroso y con algunos problemas de empaste y acento. La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria alcanza momentos de muy buen desempeño aunque por lo general da la impresión de ir siempre a remolque de la batuta de Tebar, esforzado en sacar de ellos una amplia paleta de colores y un fraseo mimado, que no siempre terminó de cuajar. En escena la producción firmada por Curro Carreres, de mimbres ciertamente clásicos, no entusiasma en demasía. En última instancia, todo depende y se asienta en la escenografía de Carlos Santos, no existiendo una dirección de actores propiamente dicha.

En suma, un Boccanegra mucho más que digno, buena muestra del hacer que esta institución lírica sin ánimo de lucro desarrolla en la isla, ahora con Ulises Jaen al frente de su dirección artística. El resultado final se sitúa en el justo medio entre un exceso de ambición que no daría buenos resultados y una conciencia bien medida de las limitaciones, que se asumen pero no arredran. Girando en torno al repertorio que Alfredo Kraus hizo célebre, la 2016/2017 -con las voces de Celso Albelo, Elena Mosuc, Juan Jesús Rodríguez, Nancy Fabiola Herrera, Manuel Lanza, Jessica Prat, Javier Camarena, Leo Nucci, Aquiles Machado…- será la quincuagésima edición de esta temporada lírica de Las Palmas, que brega sin duda por situarse entre las más destacadas del panorama español.