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Mauro Loguercio: "Transcribir la Novena de Beethoven para violín y piano es como meter un monumento gigante en una caja, como una escultura itinerante"

El violinista Mauro Loguercio y la pianista Emanuela Piemonti grabaron recientemente la transcripción para violín y piano de la Novena sinfonía de Beethoven que Hans Sitt preparó en su día. En ocasión de esta novedosa propuesta, editada por el sello Brilliant, conversamos con el violinista italiano para conocer más de cerca su propuesta.

La idea misma de llevar la Novena de Beethoven al disco con su álbum IX x 2, en su versión para violín y piano, ya es sorprendente, valiente y entiendo que arriesgada. ¿Cuándo conocieron la versión de Hans Sitt y cuándo decidieron llevarla al disco? 

Antes de que se inventase el gramófono, las transcripciones eran una manera de poder dar a conocer a más gente las obras escritas para gran orquesta. Encontré esta maravillosa versión entre las partituras de mi madre. Ella es de Trieste, allí se refugiaron muchas personas de Viena durante el imperio austrohúngaro. Era una ciudad donde cada familia solía reunirse por las tardes y tocaban música juntos, la verdadera idea de música de cámara, y no pude evitar ponerme a tocarla. Tocar la Novena para un músico es como para un lector hacerse amigo de su escritor favorito. Entonces, en 2020 se produjo el confinamiento y descubrí que Emanuela Piemonti vivía a unos cien metros de mi nuevo piso y empezamos a ensayar. Tras los diez primeros ensayos ambos estábamos muy deprimidos porque no funcionaba, pero seguimos probando y empezamos a encontrar un nuevo sonido, una enfoque “camerístico” para tocar la partitura.

Imagino que la dificultad técnica de la versión es máxima, para intérpretes realmente virtuosos. Normalmente este tipo de transcripciones eran para piano a cuatro manos, si no me equivoco.

Exacto. Puedo asegurarte que la Novena es la pieza que más he practicado en toda mi vida, más que los conciertos de Chaikovski o Sibelius. Y creo que para Emanuela todavía es más difícil, hay momentos en los que el piano debe tocar muy rápido docenas de octavas y terceras.

Quizá sea una buena ocasión para conocer mejor la figura de Hans Sitt, un personaje realmente importante para la transmisión de autores como Brahms o Schumann. Fue de hecho profesor de autores hoy bien conocidos como Sorozábal o Alfano. 

Fue un gran violinista y un profesor de violín importante, y además compuso y fue un profesor de composición famoso. Y entre sus alumnos estaban Sorozábal o Alfano, el compositor que terminó la inacabada Turandot de Puccini. Era un hombre muy severo y sus transcripciones son absolutamente fieles al original; no había nada escrito para facilitar al violinista o al pianista la posibilidad de mostrar sus habilidades; es decir, era algo totalmente distinto en ese sentido a las versiones de Liszt para un piano o para dos pianos. Además, el uso del violín transmite una emoción especial, sobre todo en los movimientos lentos.

Una de las grandes facetas de Beethoven como compositor reside precisamente en su impulso al lenguaje sinfónico. Además, en referencia a la Novena, se cita siempre como novedad su empleo del coro en el último movimiento. ¿Qué queda de todo esto cuando su música se escucha en un arreglo para violín y piano? 

Su revolución en la música, que puede compararse a la invención de la perspectiva en pintura, fue mucho mayor que utilizar el coro y el solista; su música nos manda siempre un mensaje. Y su mensaje está en la música, no en la orquestación.

Y visto a la inversa: ¿qué nos revela esta versión alternativa, qué elementos de la partitura se leen mejor sin tanta orquesta alrededor?

Una de las cosas que siempre destaca el público es exactamente eso, que esta versión muestra algunos aspectos íntimos e ocultos de la obra maestra, se descubren muchos detalles, muchas veces incluso la armonía, es como redescubrirla desde una perspectiva distinta. ¡Qué idea tan estupenda es coger el océano y meterlo en una botella con sus colores, sus sugerencias, sus referencias, el reflejo de sus luces, ponerla en tu mochila y llevártela con ella! Así es exactamente como pienso que es la fantástica idea de transcribir la Novena para violín y piano, un monumento gigante en una caja, como una escultura itinerante. El trabajo de Sitt es más un análisis que una transcripción, embellecida aquí y allí por sonoridades íntimamente emotivas como solo un violín solista puede ofrecer con su color específico y su personal vibrato; es como ver un monumento que uno conoce bien desde otro ángulo, en el que la amplitud orquestal te suena y la puedes oír al escuchar la música, sin embargo emergen algunos planos sónicos, que de un modo increíble revelan un potencial camerístico (una cierta intimidad) insospechada en la versión sinfónica. Esta transcripción tiene entonces un pico de ingeniosa originalidad. Los golpes del solo de timbal en el scherzo, por ejemplo, cuando los toca el piano son absolutamente inesperados y apropiados. 

¿Cuándo y dónde se grabó XI x 2 y cómo fue su trabajo con el sello Brilliant Classics?

En Sacile, cerca de Venecia, hay una maravillosa fábrica de pianos, Fazioli, donde han construido un estupendo Auditorio para conciertos. Grabamos allí. 

Con Brilliant Classics la relación es fantástica y ahora nos han pedido que grabemos las 9 sinfonías… Tenemos trabajo con ellos para los próximos 5 años, por lo menos, y ya hemos empezado a trabajar en el próximo álbum que incluirá la Octava y la Sexta. 

Hablemos un poco más acerca de ustedes dos, como intérpretes. ¿Desde cuándo colaboran juntos? 

Solo puedo añadir que Emanuela es una compañera extraordinaria, siempre dispuesta a aceptar una modificación y a buscar nuevos horizontes. Y se ha convertido en una de mis mejores amigas, solemos cenar juntos a menudo. 

Traducción al español: Maria J. Seguí.