Luis Martínez Pueyo: "En el Barroco siempre se alude a los afectos, pero nunca hay que perder la elegancia y el refinamiento en la interpretación"
La Guirlande se ha posicionado ya como una de las agrupaciones imprescindibles en la programación historicista de nuestro país y lanzan ahora un nuevo disco al mercado, centrado en la figura de Francisco Corselli. Con su fundador y director artístico, Luis Martínez Pueyo, hablamos del autor, la flauta y el presente y futuro del grupo.
Presentan nuevo disco, dedicado a las Lamentaciones de Semana Santa, con música de Francisco Corselli. A grandes rasgos, ¿quién era este compositor y por qué se han decidido a grabarle?
Francisco Corselli fue maestro de la Real Capilla durante más de 30 años - bajo los reinados de Felipe V, Fernando VI, y Carlos III – y, por lo tanto, una de las figuras más influyentes de la música española del siglo XVIII. Fue un compositor extremadamente prolífico, sobre todo en música sacra y escénica. Sabemos que, sólo de música sacra, compuso más de 300 obras, de las cuales alrededor de 60 son lamentaciones de Semana Santa. Ocupan, por tanto, un lugar importante dentro de su producción musical.
El disco nace de nuestro trabajo en colaboración con nuestros amigos de Ars Hispana. Aunque es cierto que ya se habían grabado varios discos con lamentaciones de Francisco Corselli, hasta la fecha no se había grabado ninguna lamentación que incluyera flautas traveseras. Fueron Antoni Pons y Raúl Angulo los que me convencieron de llevar a cabo este proyecto.
Para quién no sepa qué son las Lamentaciones, ¿cuál es su tradición musical y en qué consisten?
Las lamentaciones se enmarcan en el llamado Oficio de Tinieblas - Officium Tenebrae -, una de las partes centrales de la liturgia de la Semana Santa. Este oficio tiene sus orígenes en el siglo IX, si bien no fue hasta el Concilio de Trento cuando se normalizaron los textos de esta liturgia, que incluía nueve lamentaciones distribuidas en tres para el Jueves Santo - in Coena Domini -, tres para el Viernes Santo - in Parasceve -, y tres para el Sábado Santo - in Sabbato Sancto -. Estas funciones, que originalmente se celebraban al amanecer dentro del Oficio de Maitines, acabaron adelantándose, a partir de la Baja Edad Media, a la tarde anterior. Este es el motivo por el que en algunas fuentes las lamentaciones se adscriben al Miércoles, Jueves y Viernes Santo.
Los textos de las lamentaciones se tomaron del Libro de las Lamentaciones del Antiguo Testamento de la Biblia, cuya autoría se ha atribuido tradicionalmente al profeta Jeremías. El libro lo conforman cinco poemas elegíacos, en los que el poeta se lamenta por la destrucción de Jerusalén y el exilio del pueblo judío tras la invasión del rey babilonio Nabucodonosor II en el siglo VI a. C.
¿Y Cuál es su visión sobre estas Lamentaciones? ¿Cómo les han dado expresión propia?
Desde el punto de vista compositivo, el estilo de estas lamentaciones es un estilo claramente napolitano, haciéndose patente la huella de la obra de Giovanni Battista Pergolesi, especialmente de su Stabat Mater, que tanta difusión tuvo por toda Europa y del que se conserva una copia en el Archivo de Música del Palacio Real de Madrid. Por otro lado, hay que pensar que las lamentaciones son obras para ser interpretadas, como comentaba antes, en el Oficio de Tinieblas de la Semana Santa, en un contexto litúrgico en el que se evoca la muerte de Jesús. Es por ello que, en general, hemos buscado un carácter oscuro, fúnebre y luctuoso. No obstante, tal y como hablé un día con Antoni Pons y Raúl Angulo, se trata de un sufrimiento muy contenido, sin salirse de un marco muy establecido. Algo que no sólo pasaba en la música, sino en todas las manifestaciones artísticas de la época. Siempre se alude a los afectos, pero nunca hay que perder la elegancia y el refinamiento en la interpretación.
Comentaba al principio que es la primera grabación que incluye flautas traversas. ¿Cómo se interpreta y dirige, ya en general, desde la flauta?
Efectivamente, cuatro de las lamentaciones grabadas en este disco incluyen flautas traveseras en su instrumentación original. La quinta lamentación grabada no incluye flautas porque no formaban parte de la instrumentación. Hay que tener en cuenta que la flauta travesera es un instrumento que está estrechamente ligado a este tipo de repertorio, ya que siempre se ha asociado su sonoridad con lo luctuoso.
Yo soy el director artístico del grupo, pero en La Guirlande no tocamos con un director al uso. Estamos acostumbrados a tocar sin esa figura, aportando cada uno de los músicos su granito de arena en cada uno de los proyectos.
Viene comentando también el trabajo de Ars Hispania, ¿Han trabajado directamente con ellos en la recuperación de este repertorio o en su trasvase al disco? ¿Han intercambiado pareceres interpretativos? ¿Cuál ha sido la relación hasta el momento de la grabación?
Siempre que trabajamos en nuevos proyectos con nuestros colegas de Ars Hispana, hay un intercambio de ideas sobre muchos aspectos de los mismos. A mí me gusta debatir con ellos sobre las piezas elegidas, cómo interpretarlas, e incluso qué cantantes son los que mejor pueden funcionar según el repertorio escogido. Me gusta siempre escuchar su opinión, así como la de los músicos del grupo. No obstante, como director artístico de La Guirlande, al final tengo que tomar mis propias decisiones. Pero, bajo mi punto de vista, siempre es bueno escuchar el parecer de la gente con la que estás trabajando, ya que siempre van a aportar un plus al proyecto. Hasta ahora la relación con Ars Hispana ha sido excelente, y espero de corazón que siga siendo así en el futuro.
¿Cómo buscan desde La Guirlande el repertorio a interpretar? ¿Dónde están puestos sus gustos e intereses musicales hoy en día?
Cuando fundé La Guirlande, tuve claro que el grupo se centraría en la música de los siglos XVIII y XIX en la que la flauta jugase un papel fundamental. Además, también tuve claro desde el primer momento que teníamos que aportar nuestro grano de arena en la recuperación del patrimonio musical español. La mayor parte de nuestro repertorio se centra en lo que podríamos denominar como “estilo galante”. No obstante, también tenemos espacio para otros estilos como el clasicismo – con nuestros dos programas dedicados a Joseph Haydn -, o el barroco francés de la corte de Louis XIV, por citar algunos.
Dentro de nada cumplirán su primera década como agrupación, ¿Cuál es el camino recorrido? ¿Cómo lo sienten al echar la vista atrás?
Echando la vista atrás, jamás hubiera imaginado que íbamos a llegar donde hemos llegado cuando fundé el grupo en 2016. Tenemos ya tres discos publicados – y un cuarto que saldrá a finales de 2025 o principios de 2026 - con hasta 15 obras recuperadas, hemos ganado numerosos premios y concursos a nivel nacional e internacional, y hemos tenido la oportunidad de tocar en algunos de los festivales más importantes de España y Europa. No voy a negar que ha costado mucho llegar hasta aquí, pero también creo que nuestro esfuerzo se ha visto reconocido y recompensado, y estoy muy orgulloso de la labor que hemos llevado a cabo hasta la fecha.
¿Qué queda de aquella Guirlande a día de hoy?
Creo que la esencia del grupo no se ha perdido para nada. Como decía anteriormente, seguimos centrados en el repertorio en el que la flauta juega un papel fundamental, y en nuestra labor de recuperación patrimonial. Como en todos los grupos, hay miembros de La Guirlande original que, por diferentes circunstancias, han sido sustituidos por otros. Ocho años son muchos años, y las circunstancias personales son muy cambiantes. Incluso ha dado tiempo para que algunos músicos que dejaron de colaborar con nosotros en su día, hayan vuelto a hacerlo después de pasado un tiempo.
Y su horizonte, ¿Cómo lo contemplan?
Como he comentado, tenemos previsto lanzar nuestro cuarto disco a finales de 2025 o principios de 2026. Por otro lado, en Abril de 2025 tenemos una gira de tres conciertos en la temporada del CNDM, en la cual colaboramos con el contratenor Alberto Miguélez Rouco. Interpretaremos un programa de recuperación patrimonial titulado “Pastor amoroso”, el cual hemos elaborado, como no podía ser de otra manera, junto con nuestros amigos de Ars Hispana. También vamos a tener la oportunidad de tocar íntegramente por primera vez la “Ofrenda Musical” de J. S. Bach, lo que para nosotros será un antes y un después, teniendo en cuenta la magnitud de esa obra. Y, por supuesto, seguiremos difundiendo el patrimonio musical español con varios conciertos tanto en España como en el extranjero con nuestros programas “Spanish Travelling Virtuosi, Vol. 1”, y “Cristal bello”.