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Pilar Alva-Martín: "Me ilusiona debutar en el Festival de Granada con un homenaje a la música de Juan Alfonso García"
El próximo sábado 28 de junio la soprano Pilar Alva-Martín debutará en el Festival de Granada, en su ciudad natal, con un homenaje a Juan Alfonso García (1935-2015), quien fuera además su tío abuelo. En ocasión de esta importante cita para su agenda, conversamos con ella para conocer más de cerca su trayectoria y sus próximos proyectos.
Me gustaría comenzar la entrevista comentando el concierto que protagonizará en unos días en el marco del Festival de Granada. Se trata no solo de su debut en el festival sino que es un concierto muy especial para usted, tanto por su origen granadino como por el hecho de interpretar allí música de su propio tío abuelo, Juan Alfonso García.
Sí, soy granadina y este recital es muy especial, no solo porque debuto en el Festival de Granada sino porque se rinde homenaje a Juan Alfonso García, en ocasión del décimo aniversario de su fallecimiento. El Festival ha programado un ciclo alrededor de su obra y nosotros, junto al pianista Stefano Arena, nos encargamos de su obra para canto y piano con este recital.
¿Como es la música de Juan Alfonso García? ¿Cómo la podríamos caracterizar?
Para mi es una música llena de verdad, sin artificios y de una belleza inconmensurable. Es una especie de neoclasicismo; él se acerca a las vanguardias y a la estética contemporánea pero nunca abandona los tintes clásicos. Aunque explora el atonalismo, desarrolla un lenguaje bastante clásico, aunque siempre marcado por un aire místico muy especial. Él era un experto conocedor del órgano, no en vano fue el organista de la catedral de Granada durante cincuenta años, y también desarrolló una gran labor con el repertorio vocal polifónico. Tuvo una paleta compositiva muy extensa, con la música vocal y la música para órgano como sus dos grandes pilares.
¿Y usted había tenido ya un contacto previo con su música vocal, con sus canciones?
Sí, lo cierto es que sí. Juan Alfonso García tiene veintitrés canciones (de las cuales ocho las llamará lieder), seguramente porque no los consideraba tan ligados a la canción popular española. En mis años en Suiza había interpretado ya el ciclo de Ocho “lieder” y algunas otras de sus canciones sueltas. Diría que he podido cantar casi la totalidad su producción para voz y piano, sí. Estamos en ello, de cara a tener su veintena de lied en programa.
E imagino que la idea, llegado ese momento, será llevar al disco esta música.
Sí, ese es un proyecto que tengo bastante definido en mi mente aunque toca ahora darle forma. Quiero proponérselo a IBS Classical, a Paco Moya, también aquí en Granada. De hecho Paco ya grabó dos discos con música de mi tío, su integral de piano y su música vocal polifónica.
Me encantaría proponer un proyecto donde podamos conjugar las canciones de mi tío con Manuel de Falla y con Valentín Ruiz Aznar, que es la línea que conecta directamente a los tres autores, a través de una estética con rasgos en común.
La música vocal de Juan Alfonso merece mucho la pena ser reivindicada. Es música muy diferente, de una belleza muy especial, apoyándose en la poesía de Federico García Lorca, Juan Ramón Jimenez, Antonio Machado, etc. Es muy importante que podamos recuperar estas canciones para enriquecimiento del patrimonio musical español.
Ya que lo apunta, ¿ha dedicado usted tiempo precisamente a este patrimonio musical español?
Sí, la verdad es que es una línea en la que hemos podido incidir mucho con mi compañero el pianista Stefano Arena. Hemos hecho bastantes recitales en Suiza en los que nos pedían precisamente interpretar música española y además de las canciones de Juan Alfonso que ahora citábamos hemos podido trabajar música de Manuel de Falla, Valentín Ruiz Aznar, Joaquín Turina, Enrique Granados, incluso de Federico Mompou, con quien nos parece que Juan Alfonso guarda una relativa semejanza en términos estéticos.
Mencionaba ahora Suiza, que imagino que supuso un momento importante en su formación y en su desarrollo profesional. ¿Podríamos hacer un breve repaso por su trayectoria hasta la fecha?
Sí, en mi caso la vocación por el canto nació siendo muy pequeña. Mi madre es directora de un coro en Granada y para mí el canto siempre fue una manera muy natural de acercarme a la música, casi como un juego. Ella me ha enseñado todas las bases del canto. Y sin embargo a nivel académico me decanté por el violín. Hice toda la carrera del instrumento en España pero me di cuenta de que la voz y el estudio del canto era lo que más me llamaba. Seguí unos años formándome en ambas especialidades, pero finalmente me di cuenta de que el canto era mi verdadera vocación.
Yo había hecho ya por entonces algunas clases magistrales con el contratenor Carlos Mena y fue él precisamente quien me aconsejó contactar con el profesor con el que estudié después en Lausanne, en Suiza. Stephan MacLeod, con quien estudié cinco años en la Haute École de Musique. Esos años allí fueron sumamente enriquecedores para mí, a muchos niveles.
Un compromiso reciente en su agenda ha sido ‘Cómicas’, en el Teatro de la Zarzuela, un proyecto realmente bonito y original.
Sí, estoy muy agradecida de haber participado en este proyecto. Además, era un proyecto muy necesario para reivindicar la figura de estas mujeres tan valientes e impresionantes del siglo XVIII. Interpretar el papel de la Tirana, en mi caso, fue fascinante. Fueron auténticas estrellas de la escena en su tiempo y las tres acabaron en situaciones muy precarias. Hicimos un gran equipo con Jone Martínez, María Hinojosa y la actriz Cristina Medina. Fue un proyecto muy enriquecedor, también con toda la parte teatral y actoral que implicaba la propuesta, con dirección musical de Aarón Zapico y con dirección de escena de Pepa Gamboa. Ojalá podamos volver a hacer ‘Cómicas’ en otros escenarios de España.
También acaba de actuar en el Victoria Hall de Ginebra, si no me equivoco.
Sí, allí hemos hecho Las estaciones de Haydn, con dirección de Benjamin Levy, con el Ensemble Gli Angeli, con el tenor Julian Prégardien, en la parte solista. Con este mismo ensemble tengo otro proyecto la temporada que viene, con música de Tomás Luis de Victoria, nuevamente en el Victoria Hall de Ginebra. Me gusta mucho tener estas experiencias de música de cámara con compañeros de tanta talla artística.
Próximamente, ya en en el mes de julio, tiene previsto hacer el papel de Serpilla en Il Giocatore de Niccolò Jommelli.
Lo haremos en San Lorenzo del Escorial y en el Teatro Real Carlos III de Aranjuez, dentro del Festival ‘Ópera a quemarropa’, de ópera de cámara. Y posteriormente en Tenerife de nuevo. Es un proyecto bastante especial porque va a contar con la participación de estudiantes de varios institutos, a través de la asignatura de filosofía.
Creo además que se trata de una producción bastante moderna, contemporánea, pensando precisamente en acercar la ópera a un público más joven. De hecho, mi compañero Javier Povedano y yo misma iremos caracterizados como Rosalía y Bud Bunny.
Creo que esta es la mejor manera de acercar a una audiencia joven una obra prácticamente desconocida del siglo XVIII. Mi sensación, durante estos años en Suiza, es que todavía en España nos falta dar algunos pasos para que la música clásica entre con normalidad en la realidad de los institutos y en la vida cultural de la juventud.
Con respecto a su voz, ¿cómo la caracterizaría? ¿Con qué repertorio diría que se identifica mejor?
Siempre me acerqué a la música vocal desde el repertorio barroco y mi vocalidad actual es la de una lírico ligera, aunque la voz es un instrumento en constante cambio y evolución. Ya sea por los progresos técnicos o por la propia evolución de la voz, he tenido la posibilidad de interpretar un repertorio muy versátil, ya digo, desde el barroco hasta el repertorio contemporáneo. En términos de repertorio, más concretamente, me siento muy cómoda con la vocalidad de las óperas de Mozart y Händel, por ejemplo.
Por último, ¿algún compromiso que podamos destacar ya en su agenda de cara a la próxima temporada?
Sí, además del ya mencionado Il Giocatore con Aaron Zapico que haremos en San Lorenzo de El Escorial, Aranjuez y Tenerife, en octubre estaré en Suiza, en Ginebra, en el festival Ponticello, con un proyecto al que tengo mucho cariño; es un proyecto interdisciplinar con Taro Troupe, bailarín de teatro físico que haremos también junto a mi compañero el pianista Stefano Arena. Y en noviembre estaré en el Victoria Hall de Ginebra, haciendo Officium Defunctorum de Victoria con Gli Angeli. En noviembre haré también Dixit Dominus y el Gloria de Vivaldi en Suiza. Y para cerrar este año participaré en dos Mesías de Händel, en Granada y en Valencia.
Fotos: © Julia Rosales