Isaac Galán: "Nadie va a salir indiferente de este estreno"
El barítono zaragozano Isaac Galán forma parte del elenco que este miércoles 5 de noviembre, en Valencia, estrena la ópera Enemigo del pueblo, con música de Francisco Coll y libreto de Álex Rigola sobre un original de Ibsen. En ocasión de estas representaciones en el Palau de Les Arts, conversamos con Isaac Galán para conocer mejor su trayectoria y sus últimos proyectos.
¿Cuándo le llegó la propuesta para formar parte del estreno de Enemigo del pueblo, esta nueva ópera escrita por Francisco Coll? Usted tiene ya una importante experiencia con otros proyectos de nueva creación.
Yo recibí la propuesta de esta ópera hace algo menos de un año. Y en cuanto abrí la partitura me pareció una obra absolutamente fascinante e inmediatamente acepté participar en el estreno mundial de Enemigo del público.
¿Qué puede esperar el público de este estreno, que cuenta con un libreto de Álex Rigola sobre el original de Ibsen?
La obra de Ibsen creo que es sobradamente conocida, es una obra magistral y la adaptación de Álex Rigola es también excepcional. El argumento pone sobre la mesa temas tan actuales como la corrupción y los intereses económicos sobre la vida de las personas; y también pone en duda que las decisiones deban recaer sobre el pueblo mediante el sufragio universal, debido a la fácil manipulación de la masa. Nadie va a salir indiferente de este estreno. Es muy interesante por ejemplo la relación entre los personajes del alcalde y el doctor, que ambos son hermanos.
Y con respecto a la música de Francisco Coll, ¿cómo la podríamos caracterizar?
Sin duda es un lenguaje complejo pero creo que Francisco Coll ha hecho una obra maestra con esta ópera. Es fascinante y tiene momentos realmente emocionantes. Coll hace un empleo magistral de los colores de la orquesta. Es una ópera compleja pero fascinante.
¿Cuál es su personaje en esta ópera y qué exigencias presenta?
Mi personaje es Mario que es el director del periódico. Él es amigo del doctor pero lo traiciona, no publicando el artículo sobre la contaminación de las aguas para dar visibilidad al problema. Y no lo hace porque Mario tiene intereses en obtener el puesto de secretario del ayuntamiento; si lo hiciera, el alcalde no le daría el puesto. Es un personaje que evoluciona psicológica y dramáticamente durante la ópera.
Vocalmente es un papel que exige una tesitura bastante amplia; es un rol grave y al mismo tiempo tiene muchos agudos, pero el rol está muy bien escrito. Es complejo también a nivel rítmico y musical, es todo un reto.
Todos los personajes en esta ópera tienen una gran relevancia; no hay papel menor. El elenco está encabezado por el personaje del doctor, aquí con mi admirado José Antonio López, que está fantástico. Todo el reparto vocal que ha reunido Les Arts es soberbio.
No sé si ha tenido ocasión de trabajar el rol en diálogo con el propio Francisco Coll, al tratarse de una obra de nueva creación.
Sí, cuando recibí la partitura hablé con Francisco por teléfono para ver si podía adaptar dos o tres notas excesivamente graves, fueron muy pocas cosas en realidad. Coll es una persona muy flexible y muy abierta; rema siempre a favor de la obra, él lo que quiere siempre es que nos sintamos cómodos con la obra.
¿Qué podemos contar del trabajo escénico con Álex Rigola, quien además se ha ocupado de la adaptación del texto de Ibsen para el libreto?
El trabajo con él ha sido formidable. Ha hecho una producción muy inteligente, visualmente bellísima. Toda la acción se desarrolla en una playa, con el mar al fondo y con una iluminación magistral. La dirección de actores es soberbia; es una producción muy realista, muy natural. Los espectadores se pueden identificar perfectamente con cualquiera de los personajes.
En los últimos años su agenda ha ido teniendo un espacio cada vez más frecuente para obras de nueva creación, como fue el caso de Tránsito de Jesús Torres, que ha hecho en hasta dos producciones distintas, en Madrid y en Valencia precisamente. Tengo la impresión de que tiene una cierta predisposición a trabajar en este tipo de proyectos, al menos un cierto interés o curiosidad por este tipo de obras.
Yo adoro la música de nueva creación, sobre todo si se trata de proyectos de la calidad brutal de este Enemigo del pueblo de Francisco Coll o de Tránsito de Jesús Torres, que es una obra que ha tenido muy exitosa acogida.
A Enemigo del pueblo le auguro también un largo recorrido. Es además una suerte poder hacer la obra en Madrid en fechas próximas, dentro de unos meses, tras este estreno en Valencia. En realidad esto sucede pocas veces con obras de nueva creación.
Al margen de esto ya es el cuarto año que vengo colaborando con la Escuela Superior de Música Reina de Sofía para estrenar las obras a los jóvenes compositores de la cátedra de composición, con Fabian Panisello a la cabeza.
Atesora ya unos cuantos años de trayectoria profesional. ¿En qué momento diría que está su carrera y cómo han evolucionado su instrumento y su repertorio en este tiempo?
Yo me siento un privilegiado porque tengo la suerte de llevar veinte años cantando de manera ininterrumpida en teatros de primer nivel. Me siento en un momento vocal muy bueno, muy seguro, la voz está tomando una evolución muy buena, la lógica y natural en cuanto a madurez y asentamiento.
En términos de repertorio usted ha hecho una carrera ejemplar como tantos compañeros de este país que podríamos decir que son obreros de la profesión, dicho con todo el cariño del término, cantando comprimamos y secundarios con muchas garantías y contribuyendo al buen desarrollo de tantas producciones.
Yo siempre digo que mi nivel de implicación es el mismo cantando un protagonista como en el caso de Tránsito, como si canto dos frases haciendo un comprimario. Al final la ópera es un trabajo en equipo. Están las grandes estrellas, los protagonistas, pero es necesario siempre que el resto de la producción esté al mismo nivel.
Yo estuve tres años fijo en un teatro en Austria, en Linz, al comienzo de mi carrera, y tuve la suerte allí de hacer muchísimo repertorio; hice comprimarios pero también bastantes roles principales. Y he trabajado mucho fuera: en Graz, en Múnich, en Malta, en Nantes…
Es verdad que mi carrera se ha desarrollado sobre todo en los últimos años con roles comprimamos y estoy muy feliz de que así sea, siempre y cuando esto me permita de vez en cuando asumir algún compromiso de mayor entidad, con roles protagonistas.
¿Qué próximos proyectos tiene sobre la mesa?
Sí, como le decía regresaré al Teatro Real para hacer Enemigo del pueblo. Después iré al Teatro Regio de Turín con Dialogues des Carmelites, en la célebre producción de Robert Carsen, que ya hice en el Palau de Les Arts la temporada pasada. Después voy a Las Palmas de Gran Canaria para hacer el Mathieu en un Andréa Chenier encabezado por Piotr Beczala. Y finalmente haré el Ping en una Turandot que está prevista en Zaragoza.
