Recuperar las buenas costumbres
San Sebastián. 25/08/2021. Kursaal. Quincena Musical. Obras de Chaikovski y Schumann. Orquesta Nacional de España. Leonidas Kavakos, violín. David Afkham, dirección musical.
La Orquesta Nacional de España parece decidida a recuperar una vieja y buena costumbre, la de su presencia en los principales festivales de verano de nuestro país (Granada, Santander, San Sebastián...). Esta es sin duda una de las asignaturas pendientes de la ONE, como comenté hace unos meses con su director técnico, Félix Palomero: su mayor presencia a lo largo del territorio español, en tanto en cuanto es una orquesta, por decirlo crudamente, que pagamos todos, que es de todos y que no debería limitarse a circunscribir el grueso de su actividad en el Auditorio Nacional de Madrid. Su próxima presencia en el Otoño Musical Soriano, sin ir más lejos, es un buen ejemplo de cómo deberían ser las cosas, con la ONE actuando en más provincias de España.
En cualquier caso, la principal sorpresa de este concierto en la Quincena Musical -doce años llevaba la ONE sin actuar en San Sebastián- fue comprobar cómo cambia -para bien, en este caso- el sonido de la ONE en una sala distinta, en este caso la del Kursaal. La ONE sonó compacta, brillante y confiada. Desde su llegada a la ONE en 2014, hace ahora siete años, David Afkham ha logrado situar a la formación en un nivel de manifiesta calidad. La renovación de la plantilla se ha acometido sin prisa pero sin pausa y desde hace al menos tres años se comienzan a ver los frutos.
El griego Leonidas Kavakos es, sin la menor duda, uno de los violinistas más destacados de las últimas décadas. Por su imponente técnica y por la autoridad de su ejecución, pero también por la sensibilidad de su ejecución, con un fraseo de altura. Gracias a un manejo imponente del arco, Kavakos brinda un sonido amplio, firme y con cuerpo, capaz de alternar entre la calidez y el desgarro con idéntica fortuna. Junto con Afkham, se adentraron en una lectura pausada aunque vibrante del Concierto para violín y orquesta no. 1 de Chaikovski.
Complicidad, musicalidad, la dosis justa de desenfado, sensibilidad a flor de piel sin caer en el amaneramiento... esas fueron las principales virtudes de su lectura. Además, y a pesar de un par de notas levemente destempladas al inicio de la cadencia, ésta sono imponente y virtuosa. Y la ONE respondió en todo momento con una ejecución francamente notable, con unas maderas inspiradas y unos metales precisos y vibrantes. La cuerda del conjunto hizo gala de un sonido con relieve, de arranques limpios y compactos.
Sea como fuere, me convenció mucho menos la Sinfonía no. 1 de Robert Schumann que se ejecutó a continuación. La lectura de Afkham fue un tanto grandilocuente, voluminosa en exceso, casi rimbombante, de un romanticismo no ya exacerbado sino desbordado. No obstante, hubo instantes hermosos y bien medidos en el Larghetto, merced sobre todo a unas maderas bien entonadas y a una cuerda tersa. La ONE abordará esta temporada la integral de las cuatro sinfonías de Schumann, repartidas en varios conciertos con David Afkham, Juanjo Mena y Marc Minkowski al frente. Tras escuchar esta primera sinfonía, me atrevo a decir que hay margen de mejora, no tanto a nive de la pura ejecución como sí en los términos de la lectura aquí propuesta, ya digo, un tanto desaforada.
Como broche a la velada, Afkahm y los suyos ofrecieron una inspirada y hermosa versión de la sexta de las Diez melodías vascas de Jesús Guridi.
Fotos: @ Quincena Musical de San Sebastián