Wozzeck LesArts22 b 

Wir arme Leut

Valencia.  Palau de Les Arts. Berg: Wozzeck. Peter Mattei (Wozzeck). Eva-Maria Westbroek (Marie). Andreas Conrad (Capitán). Franz Hawlata (Doctor). Christopher Ventris (Tambor Mayor). James Gaffigan, dirección musical. Andreas Kriegenburg, dirección de escena.

La presente temporada lírica de Les Arts ha tocado a su fin con unas memorables representaciones de Wozzeck, de Alban Berg. Para la ocasión Jesús Iglesias ha recurrido a una producción procedente de la Bayerische Staatsoper de Múnich, firmada por Andreas Kriegenburg. Tuve ocasión de ver esta misma propuesta escénica en dicho teatro, hace ahora diez años, con Simon Keenlyside y Waltraud Meier como protagonistas.

Kriegenburg cuenta aquí, una vez más, con la colaboración de Harald B. Thor para la escenografía, que es de hecho el eje central sobre el que pivota la propuesta, a partir de una gran caja suspendida sobre un escenario lleno de agua. La caja en cuestión hace las veces de las dependencias de los diversos protagonistas: la casa de Wozzeck y Marie, la consulta del doctor, etc. Kriegenburg pone de relieve la miseria de la vida cotidiana de Wozzeck, un antiguo soldado que ha tenido un hijo con una prostituta y que padece alucinaciones, sirviendo de cobaya para los experimentos de un médico.

La producción, de una poderosa fuerza dramática, tiene la virtud de ser narrativa y plástica al mismo tiempo, dejando imágenes de indudable impacto en el espectador, sin entorpecer en modo alguno el conveniene desarrollo del libreto. No hay aquí, de hecho, dramaturgia paralela alguna; a decir verdad no podría haberla, tal es la descarnada tragedia que se nos pone ante los ojos. Siempre me resulta estremecedora la última escena con los niños, de una dureza difícil de digerir.

Wozzeck LesArts22 c

La parte protagonista estaba a cargo del barítono sueco Peter Mattei, dueño de un instrumento firme, robusto pero sumamente flexible. Su caracterización de este pobre diablo que es Wozzeck tuvo el patetismo exacto, sin histronismos, bordando especialmente la escena con el puñal en el estanque. El suyo es un Wozzeck de una tremenda humanidad. En un mundo como el que hoy nos rodea es imposible no identificarse en algún tramo de la representación con su tragedia. Wir arme Leut...

A su lado resultó realmente epatante la encarnación de Marie por la soprano holandesa Eva-Maria Westbroek, con un poderoso caudal sonoro y una implicación escénica sobresaliente. La suya fue una interpretación de una rara y recóndita poesía. 

Completando el elenco, destacó el irreprochable el Capitán del tenor Andreas Conrad. A pesar de lo gastado ya de sus medios, Franz Hawlata aportó la esperada dosis de veterania, exhibiendo una indudable familiaridad con el rol del Doctor. Un tanto disminuido de facultades sonó en cambio Christopher Ventris como Tambor Mayor y poco relevante fue el Andres de Tansel Akzeybek. Buen trabajo de Alexandra Ionis como Margret.

La dirección musical de James Gaffigan aportó quizá más análisis que teatralidad, pero tuvo siempre una gran autoridad y resultó siempre narrativa. El maestro titular del teatro valenciano logró obtener, nuevamente, un excelso resultado de la Orquesta de la Comunidad Valenciana, que no pierde ocasión de reivindicarse nuevamente como la formación de referencia entre los fosos de nuestro país. En su lectura con Gaffigan hubo transparencia, contundencia, refinamiento, virtuosismo, compromiso... Realmente no se puede pedir más a una versión musical de esta partitura.

 

Fotos: © Miguel Lorenzo y Mikel Ponce