Pisando fuerte
Madrid. 25/09/2022. Auditorio Nacional. Obras de Ligeti y Strauss. Orquesta y Coro Nacionales de España. Coro de la Comunidad de Madrid. Sociedad Coral de Bilbao. Barbara Kozelj, mezzosoprano. Jenny Daviet, soprano. David Afkham, dirección musical.
Para sus primeros conciertos de abono de la temporada 22/23, la Orquesta y Coro Nacionales de España y David Afkham escogieron un programa ambicioso y de gran formato, con el Requiem de Ligeti y la Sinfonía alpina de Strauss, dos piezas exigentes y monumentales.
En el centenario del nacimiento del compositor húngaro, que se conmemora en 2023, la OCNE ha tenido a bien programar varias de sus obras a lo largo de la presente temporada. Reforzada su plantilla con la contribución de la Sociedad Coral de Bilbao y el Coro de la Comunidad de Madrid, la pieza de Ligeti abrió el programa desgranada por Afkham con franca destreza y con la valiosa colaboración de Miguel Ángel García Cañamero en el manejo de las masas corales. Se contó también con el intachable desempeño de la soprano Jenny Daviet y la mezzosoprano Barbara Kozelj.
El Requiem de Ligeti saltó a la popularidad, más allá de las lindes de la música contemporánea, cuando Stanley Kubrick recurrió a su Kyrie para la banda sonora de 2001, Odisea en el espacio. El músico húngaro despliega aquí una música angustiosa, incómoda por momentos, inquietante y perturbadora. El propio Ligeti confesó en su día que había huído deliberadamente de cualquier connotación confesional con su Requiem, recurriendo más bien al texto de la misa de difuntos por su profunda humanidad, por su apelación general a la condición humana, y en ningún caso por su relación directa con el cristianismo.
No estamos pues ante un oratorio al uso. De hecho se diría que en este Requiem no cabe esperar salvación alguna. Hay al mismo tiempo algo de hipnótico en el universo sonoro de Ligeti. Y ambas circunstancias se dieron cita en la versión de Afkham, un punto hierática, intimidante pero estremecedora.
La Sinfonía alpina de Richard Strauss es un reto de evidentes magnitudes, con más de un centenar de músicos en escena. La ONE se puso a prueba a sí misma con esta partitura, en el arranque de la temporada, exhibiendo músculo, destreza y confianza. Tan solo cabría requerir una cuerda con un color más rico y elaborado, algo en realidad al alcance de muy pocas orquestas, con la tendencia cada vez más acuciante a homogeneizar el sonido en una clave internacional. En todo caso, probada solvencia en los metales, esmeradísimo desempeño de las maderas y muy meritoria labor de las citadas cuerdas, tan requeridas en la pieza. Afkham se desenvuelve con destreza en estas lides, más allá de algún pasaje de sonoridad algo más saturada y alborotada de lo debido, dejándose llevar los atriles por el arrebato de las melodías straussianas.
En suma, labor encomiable y osadía recompensada, con un programa de apertura que confirma la buena proyección de OCNE, encarando ya la recta final de David Afkham como batuta titular al frente del conjunto (su contrato expira en agosto de 2024). Comienzan a sonar nombres para su relevo en los mentideros, se habla de la búsqueda de un director español y comienzan las quinielas. Con Gustavo Gimeno ya 'fichado' por el Teatro Real, con buen tino, ¿qué otros nombres empiezan a sonar? Hagan apuestas...
