Carmen_Maestranza25b_3.jpg 

Los repartos alternativos

Sevilla. 18/06/2025. Teatro de la Maestranza. Bizet. Gabriela Flores (Carmen), Alejandro del Cerro (Don José), María Miró (Micaela), Badral Chuluunbaatar (Escamillo). Coro del Teatro de la Maestranza. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Emilio Sagi, dirección musical. Salvador Vázquez, dirección musical.

En los teatros de la Europa germánica, donde casi cada día de la temporada hay una función de ópera, suele haber algo llamado “cuerpos estables”. Son un grupo de cantantes, generalmente jóvenes, que suelen cantar en ese teatro de manera habitual diversos papeles de su cuerda. Su calidad es buena y esta rueda de roles les permiten ir madurando como cantantes y como artistas. Es una escuela sin nombre propio, pero del que salen verdaderas estrellas de la ópera. En España, en algunas temporadas, se opta también por programar un par de funciones de un título conocido con voces generalmente del ámbito nacional y a un precio más ajustado en taquillas. Es el caso de Opera Berri en las temporadas de ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera) o la función que nos ocupa en esta reseña del Teatro de la Maestranza  de Sevilla que estos días representa Carmen de George Bizet celebrando el 150 aniversario de su estreno en París.

Carmen_Maestranza25b_4.jpg

Ya comenté en otra crónica el reparto del estreno. Allí podrán leer, si lo desean, mis impresiones sobre la producción escénica que firma Emilio Sagi. Aquí me centraré más en los cantantes principales y la dirección musical, que fue diferente. El papel titular lo asumió la mezzo Gabriela Flores. La cantante mexicana realizó un buen trabajo, adaptándose perfectamente a un papel de gran peso y protagonismo. Carmen es una obra muy conocida por el público y eso implica que la responsabilidad a la hora de abordarla es mayor. No tuvo Flores ningún problema en ese sentido. Su Carmen fue canónica, insinuante sin ser exagerada, y con una buena resolución de los numerosos momentos en los que interviene. Quizá le falte algo de volumen, pero a su favor tiene una gran seguridad en la emisión y en la zona alta y media de su tesitura. Tanto la habanera como toda la escena en la taberna las resolvió con clase y estuvo especialmente entregada en el dúo final.

Carmen_Maestranza25b_5.jpg

Alejandro del Cerro fue un Don José de buenas hechuras y en el que se apreció un gran trabajo preparando su parte. Me atrevo a decir que no es este el repertorio ni el idioma donde más se siente cómodo el santanderino, pero cómo cantó el aria más famosa de su rol, 'La fleur que tu m'avais jetée'. Fue admirable, matizando lo necesario y diciendo sus frases con enorme gusto, exactamente igual que en el dúo final. Su voz, bien timbrada en el agudo, corrió sin problemas por el teatro.

La cantante que arrancó más aplausos del público, tanto al final de la representación como al acabar su famosa aria 'Je dis que rien ne m'épouvante', desgranada de una manera extraordinaria, fue la soprano Maria Miró como Micaela. Este momento, con el aria del tenor, fueron los mejores. En el caso de Miró también hay que destacar su bien timbrada voz y su potencia, la mayor de todo el elenco principal. Es interesante leer su reciente entrevista en estas mismas páginas, en la que expone su idea sobre cómo enfocar un papel que, en muchas ocasiones, se aborda de una manera algo ñoña. Buen trabajo del bajo Badral Chuluunbaatar como Escamillo, cantado con soltura su famosa aria del Toreador.

Carmen_Maestranza25b_2.jpg

Lo mejor de la noche estuvo, sin duda, en el foso, especialmente en el podio con una muy medida, trabajada y brillante dirección de Salvador Vázquez, actual director de la Orquesta de Córdoba y recientemente entrevistado también en nuestra revista. Dio un enfoque canónico a su lectura, sin perder en ningún momento ritmo, ni frescura, respetando siempre al escenario, sin cubrir a los cantantes, es más, apoyándolos en todo momento. Especialmente acertado estuvo en los intermedios musicales donde la claridad de su batuta brilló junto a una Real Orquesta Sinfónica de Sevilla a la que se le veía disfrutar con la dirección que Vázquez indicaba, y que sonó con la calidad a la que nos tiene acostumbrados.