Jonathan Tetelman: “Ni en mis mejores sueños imaginé que cantaría Puccini algún día”
El tenor de origen chileno Jonathan Tetelman presenta ahora su segundo álbum bajo el sello de Deutsche Grammophon, consagrado esta vez por entero a las óperas de Giacomo Puccini. El intérprete nos atiende desde Berlín donde ensaya para una nueva producción Il trittico al tiempo que encarna a Pinkerton en varias funciones de Madama Butterfly, en la Deutsche Oper.
Presenta ahora su segundo álbum para Deutsche Grammophon. Se trata de una grabación consagrada por entero a Puccini. ¿Por qué cree que su voz se ajusta tan bien a su música? O al revés, ¿por qué Puccini se ajusta tan bien a su voz?
Es una buena pregunta… Sabe, igual que nunca pensé en ser tenor, ni en mis mejores sueños imaginé que cantaría Puccini algún día. Empecé mis días como cantante siendo barítono y mis horizontes estaban sobre todo en Mozart y Verdi. Pero cuando ya empecé mi carrera como tenor, cuando descubrí La bohème, me fascinó el modo en que Puccini lo dibuja todo con su música y al mismo tiempo te da una enorme libertad para frasear.
Los roles para tenor en la obra de Puccini son muy diversos: desde Pinkerton o Rodolfo hasta Calaf o Dick Johnson… ¿Hay sin embargo algo en común en todos ellos?
Todos ellos exigen disponer una voz grande y amplia (risas). En serio, incluso cantando Rinuccio tienes ahí debajo una gran orquesta, doblando tu línea melódica y es un repertorio concebido para grandes escenarios.
En el disco se incluyen todos los papeles para tenor de Puccini excepto dos, Edgar y Rinuccio. ¿Por alguna razón?
Sí, son dos papeles que nunca he sentido como míos, por decirlo de alguna manera, y no creo que los llegue a cantar en vivo.
¿Qué mas destacaría sobre esta grabación?
Bueno, en realidad tuvimos un tiempo limitado, apenas seis días para grabar títulos y fragmentos tan diversos. El trabajo con el maestro Carlo Rizzi y la Prague Philharmonia fue fantástico.
En el disco se ha rodeado de grandes colegas.
Sí, Marina Monzó cantando Musetta, Federica Lombardi cantando Mimì, ambas en La bohème, y Vida Miknevičiūtė como Giorgietta en Il tabarro. Tres fantásticas cantantes, estoy muy contento de haber podido contar con ellas.
De los roles de Puccini para tenor que recoge en este disco, ¿cuáles ha cantado en escena hasta la fecha?
Pues lo cierto es que tan solo tres: Rodolfo, Pinkerton y Cavaradossi.
¿Y tiene planes para debutar algún otro en los próximos años?
Sí, para mi debut en el Metropolitan de Nueva York haré La rondine. Y más adelante vendrán Manon Lescaut y La fanciulla del West.
Mucha gente suele insistir en que Puccini no es un repertorio para voces demasiado jóvenes.
Yo mismo lo pienso cada vez que me subo a un escenario (risas).
Lo cierto es que, como usted mencionaba, es un repertorio con una orquestación pesada, con una línea vocal exigente… Es fácil quemarse antes de tiempo cantando demasiado Puccini.
Sin duda, lo importante es no limitarse a debutar estos roles. No cantarlos una vez y ya está. Cuanto más los cantas, más los dominas y los entiendes, es importante interpretarlos durante varios años para madurar con ellos. Y no limitarse únicamente a Puccini, por supuesto.
¿Tiene algunos referentes para este repertorio, entre los tenores del pasado?
Depende del rol. Para Pinkerton por ejemplo citaría a Bergonzi, Barioni, Gigli, Del Monaco… Para Cavaradossi citaría a Corelli, Fleta, Vinay, Carreras… Como ve, voces diferentes para cada papel.
Lo cierto es que todos los grandes tenores han pasado antes o después por Puccini, es un episodio ineludible para una trayectoria importante en esta cuerda.
Excepto Alfredo Kraus. Creo que él nunca tuvo a Puccini en su repertorio. Tampoco Schipa… Quizá sean las dos únicas excepciones.
Su repertorio hasta la fecha es muy amplio: roles de Verdi y Puccini… pero también Werther, Fedora, Francesca da Rimini… ¿pretende seguir cantando obras tan diversas o prefiere centrarse cada vez más en roles de Verdi y Puccini?
Creo que en la variedad está el gusto, tanto para la audiencia como para los artistas. No tengo intención de concentrarme en unos pocos papeles, como precisamente hizo Kraus en su carrera. Respeto mucho esa visión de la carrera pero a mí me gustaría cantar un repertorio amplio y variado a lo largo de los años.
Mencionaba antes que empezó sus días como cantante siendo barítono. Quizá el público no conozca bien esta historia sobre sus comienzos.
Sí, es curioso, creo mi voz era todavía muy joven y no tenía la técnica suficiente para ser clasificada con certeza como una voz de tenor o de barítono. Yo estudiaba roles como el Figaro de Rossini, el Conde de Las bodas o el Valentin de Faust, papeles más bien agudos para barítonos. Y no me sentía del todo cómodo, no encontraba el grave y algunas notas me resultaban complicadas de sostener, al tiempo que percibía como la voz crecía en el agudo. Llegó un momento en el que tuve que tomar una decisión: o empezar a trabajar mi voz como tenor o conformarme con ser un barítono con esas limitaciones. Y no hice ninguna de las dos y me convertí en DJ (risas).
¿En serio? (risas)
Sí, sí, en serio (risas). Fueron tres años peleando por ser tenor pero sin renunciar del todo a ser barítono. Me costó entender qué recursos técnicos tenía que utilizar para encontrar mi voz. Y entre tanto, me hice DJ (risas).
Es curioso comprobar la cantidad de tenores importantes del pasado que empezaron sus carreras como barítonos: el propio Bergonzi que usted mencionaba, también Plácido Domingo…
Sabe, es complicado cuando una voz joven está todavía desarrollándose. Intentamos clasificarlo todo demasiado pronto. Y al final todo es cuestión de encontrar a la persona concreta que te pueda guiar y te ilumine por el camino correcto.
¿Qué compromisos tiene por delante esta temporada?
Estrenamos una nueva producción de Il trittico aquí en Berlín, donde hago Luigi en Il tabarro. Luego tengo una nueva producción de Werther en Baden-Baden con Robert Carsen, a final de noviembre, tengo muchas ganas. Tengo también varios conciertos, recitales y galas líricas. Y más adelante, como antes le mencionaba, mi debut en el Met con La Rondine.
Recientemente pudimos escucharle en el Festival de Peralada, este pasado verano. ¿Tiene planes para volver a cantar en España próximamente?
Sí, estamos trabajando en algunas fechas para los próximos años en España, en Bilbao, Barcelona y Madrid. Pero todavía faltan algunos años, son teatros que programan con bastante antelación. Veremos, igual ya estoy retirado para entonces (risas).
Usted nació en Chile, aunque no creció allí. ¿Está pensando en cantar allí en algún momento, en busca de su raíces, digamos?
Sí, estamos en conversaciones para intentar un concierto en el Teatro del Lago, al sur de Chile, donde yo nací de hecho. Sería fantástico poderlo llevar adelante.
Foto: © Ben Wolf
