Juan de Dios Mateos: “Espero que este debut en la Zarzuela me abra más puertas en España”
El joven tenor Juan de Dios Mateos debuta el próximo día 14 en el escenario del Teatro de la Zarzuela, encabezando el reparto alternativo en la nueva ópera El caballero de Olmedo, con música de Arturo Díez-Boscovich. En ocasión de esta importante cita en su agenda, conversamos con el cantante almeriense para conocer más de cerca sus orígenes y sus próximos compromisos.
Llega ahora su debut en el Teatro de la Zarzuela, participando además del estreno de una nueva ópera, El caballero de Olmedo de Arturo Díez-Boscovich.
Sí, es un momento importante para mí. Es una oportunidad inmejorable, debutar en la Zarzuela cantando un rol principal. Es verdad que se trata de una obra de nueva creación, contemporánea, pero es música cien por cien tonal, muy bien escrita, melódica… el aprendizaje ha sido un gusto.
Imagino que sumarse a un proyecto así es un poco como tirarse a la piscina sin saber si agua, ya que no hay más referencia de la obra que la propia partitura, a diferencia del gran repertorio.
Efectivamente, yo además me incorporé más tarde al elenco y digamos que tuve poco tiempo para pensármelo (risas). Pero en cuanto abrí la partitura se me disiparon todas las dudas que pudiera tener previamente.
¿Cómo describiría su papel en esta nueva ópera?
Para mí es algo muy novedoso. Es una escritura vocal al estilo del Fenton en Falstaff, por buscar un referente. O como algunos papeles de Mozart, en referencia a su tesitura. Es ligero, pero no es ligerísimo, y el agudo es exigente, pero también tiene pasajes dramáticos: llega al do de pecho pero también al do grave por abajo. Apenas tiene coloratura, más allá de un par de momentos un poco más melismáticos.
Creo que hasta la fecha su trayectoria se ha desarrollado sobre todo en el extranjero.
Sí, yo terminé el Opera Studio en la Ópera Nacional de París en 2018 y a partir de ahí empezó mi trayectoria, sobre todo a nivel internacional. De París fui directo a Berlín y al poco llegué a Sidney, algo que fue un paso de gigante realmente inesperado para mí.
No me puedo quejar de cómo me han ido las cosas, disfruto muchísimo cantando fuera de España, pero obviamente quiero cantar también en mi país, con mi gente.
En España debuté en el Liceu cuando todavía estaba Christina Scheppelmann y estamos en conversaciones para volver allí. En el Real he estado recientemente de cover y hay planes para volver. Y también he actuado en Oviedo y ahora por fin en el Teatro de la Zarzuela.
Me gustaría recapitular un poco las bases de su trayectoria: maestros, repertorio, formación…
Sí, mis bases de la formación operística las hice en Granada con Coral Morales y después pasé a manos de Carlos Aransay, dos estupendos maestros. Mi voz es de tenor lírico-ligero y mi repertorio es el belcanto agudo: Donizetti, Rossini, Bellini… y también Mozart. Yo diría que Rossini y Mozart son el centro de mi agenda ahora mismo.
Con Rossini salí del Opera Studio y siempre ha marcado mi carrera. Es un compositor tan exigente que te obliga a estar siempre en forma. Yo creo que las bases técnicas que requieren Rossini y Mozart son clave a la hora de poder abordar otros repertorios con salud vocal, no diría con facilidad, pero sí con seguridad y comodidad.
De momento no me he encontrado con propuestas fuera de mi vocalidad y si ha llegado algún proyecto que me generase dudas, lo he descartado. Alfredo Kraus siempre decía que la carrera se construye diciendo que no y para mí es algo muy importante.
Entiendo que Alfredo Kraus, para un tenor de su vocalidad, será un referente muy claro y constante.
Sí, desde pequeño en casa mis padres me ponían grabaciones de Alfredo Kraus y cuando empecé a estudiar me di cuenta de que es una clase magistral permanente, con cada frase. Es sin duda un referente para mí, junto a otros más actuales como Juan Diego Flórez, Lawrence Brownlee o Javier Camarena. Pero Alfredo Kraus fue la voz con la que me crié y sigue siendo mi gran referente.
¿Qué otros compromisos tiene después de este debut en el Teatro de la Zarzuela?
Pues justo al día siguiente de la función en la Zarzuela viajo a Santiago de Chile, al Teatro Municipal, para cantar Il viaggio a Reims, en la producción de Emilio Sagi, que es fantástica. Después iré a la Deutsche Oper de Berlín nuevamente, para hacer El barbero de Sevilla, muy bien rodeado de buenos amigos y colegas. Se está terminando de cerrar un proyecto para un Don Giovanni en Shanghái y tengo también Cenerentola, en Trieste y en Udine.
¿Y en España no tiene aún nada cerrado?
No, me temo que por ahora no, aunque hay conversaciones abiertas para más adelante, como le decía. Confío en que este debut en el Teatro de la Zarzuela sirva para afianzar mi presencia en las temporadas de los teatros españoles. Me gustaría que los teatros de casa, aquí en España, confiasen en mí del mismo modo que lo hacen los teatros en el extranjero.
Fotos: © Nani Gutiérrez
