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Heinz Ferlesch: “Un director debería aspirar a ser prescindible en el escenario”

El ciclo Viena en Madrid, impulsado por Hispania Conciertos, regresa el próximo 21 de febrero con una cita especialmente señalada. El conjunto de instrumentos historicistas Barucco y su coro presentarán La Pasión según San Juan de Johann Sebastian Bach, con Heinz Ferlesch al frente de la dirección musical y con Benedikt Kristjánsson como Evangelista. Conversamos aquí con el reputado músico austríaco para conocer más de cerca su trayectoria y sus experiencias.

Me gustaría comenzar con una pregunta general sobre su trayectoria. La mayor parte de su tiempo lo dedica a dirigir conjuntos corales, ¿cuándo empezó esta vocación? ¿Era usted músico antes de encontrar esta vocación por la dirección coral?

Todo comenzó durante mis estudios en la Universidad de Viena, cursando estudios de música y artes escénicas. Durante este tiempo solía cantar en conjuntos vocales con frecuencia. Pensé ya entonces que era un auténtico regalo poder hacer música y lo fantástico que sería poder liderar uno de esos grupos algún día.

Algo más tarde, en mi cuidad natal, impulsé la creación del coro Ad Libitum, con el que acabamos de celebrar nuestro treinta aniversario, ha pasado ya mucho tiempo. Es un conjunto semi-profesional pero hemos hecho muchos conciertos con la la orquesta Barucco.

Por otro lado, la Wiener Singakademie es el coro del Konzerthaus de Viena y al poco de terminar mis estudios estaban buscando un nuevo director, un puesto que conseguí y me facilitó acceso a una realidad profesional de alto nivel.

El Barroco siempre ha sido el centro de mi repertorio y por eso junto con el oboísta Andreas Helm, hace ya unos veinte años, fundamos la orquesta Barucco, con un conjunto de instrumentistas especializados en la práctica historicista de los siglos XVII y XVIII. Este año, por fin, hemos podido dar un salto más adelante y presentar Barucco Vocal, un conjunto vocal con el que nos presentaremos precisamente en España.

Desde su experiencia, después de tantos años trabajando con coros, ¿qué hace tan especial la voz humana? ¿Y cuáles son los principales retos a los que se debe enfrentar en su día a día? Evidentemente, hablamos del único instrumento que está vivo y en constante evolución, en cada cantante. 

Creo que la variedad de texturas y sonidos que puedes producir y generar con las voces humanas es enorme, incomparable, especialmente cantando a capella. Por otro lado, hay un gran trabajo psicológico detrás del canto vocal ya que rara vez un cantante piensa en sí mismo como un instrumento. A la hora de la verdad, no obstante, dirigir a un conjunto de voces o a un conjunto de instrumentos no es tan diferente, en la práctica: se trata de trabajar con la intensidad, con las dinámicas, con la respiración… Para mí lo ideal sería un conjunto, vocal o instrumental, que no necesite un director. Un director debería aspirar a ser prescindible en el escenario; en realidad nuestro trabajo es anterior, consiste en preparar y ensayar lo mejor posible. No obstante cuando estoy allí, en un concierto, siempre intento aportar, sobre todo un ambiente de confianza y entendimiento. Por otro lado, la música debería ser lo más importante en cualquiera de los casos, ni siquiera los músicos o el director; todos estamos ahí para servir a la música. 

En febrero, en España, interpretarán la Pasión según San Juan de Bach. Tengo cada vez más clara la impresión de que la música de este compositor es de una actualidad apabullante, a veces difícil de entender y explicar. ¿No tiene la misma impresión?

Johann Sebastian Bach es uno de esos pocos compositores que parecen habernos abierto una puerta al universo. Tengo una impresión semejante con la música de Claudio Monteverdi. Con ambos, me parece que tenemos la oportunidad de conectar con lo más profundo de nuestra condición humana. En el caso de la Pasión según San Juan, lo fascinante es que lo que nos cuenta es algo que podemos ver cada día en nuestras vidas, es tremendamente actual. Y su mensaje de esperanza es abrumador. Combinado con la fuerza del libreto, me traslada una sensación de completitud difícil de igual. 

Ha mencionado antes que suele trabajar con orquestas y conjuntos que emplean instrumentos originales y criterios historicistas de interpretación. ¿Qué vigencia e importancia tienen todavía hoy estas aproximaciones, décadas después de que supusieran una revolución en el mundo de la música?

Creo que son criterios muy importantes, pero no deberían convertirse en un dogma. Lo más importante es que la música de Bach, Mozart, Haydn, etc. se difunda y se interprete cuanto más, mejor. Dicho esto, lo cierto es que una vez que se experimenta esta música con instrumentos originales, en la tonalidad y afinación propias de la época, resulta complicado volver atrás e interpretarla con instrumentos modernos. Es especialmente complicado para las voces, sobre todo para la voz de tenor. También cambia la impresión de las armonías, por ejemplo, algo que se ve muy bien en Las estaciones de Haydn, por ejemplo. Asimismo, los pasajes solistas son mucho más expresivos cuando se emplean instrumentos originales.

¿Cómo será la versión de la Pasión que presentarán en Madrid? 

Sabemos que el coro que Bach empleó en su día oscilaba entre ocho y doce cantantes. En nuestro ensemble tenemos doce cantantes, precisamente, aunque para los personajes de Jesús y el Evangelista hemos decidido tener solistas separados, algo diferente de lo que sucedía originalmente con Bach, que incluía al Evangelista como parte del coro. Tenemos la intención de mostrar una impresión lo más cercana posible a cómo esta partitura sonó en su día, originalmente, pero como le decía anteriormente, lo más importante es contar una historia, transmitir unas emociones del mejor modo posible; la ciencia musical es muy importante pero no es lo primero.

Foto: © Nini Tschavoll