Jessica Pratt: "No habrá cambios en la sociedad si desde el escenario no le mostramos nuestros problemas reales"
A pocos días de debutar como Constanze de El rapto en el serrallo de Mozart en ABAO, hablamos con la soprano Jessica Pratt, una de las grandes reinas indiscutibles del bel canto hoy en día. Charlamos sobre el genio de Salzburgo, de su relación con el belcantismo romántico italiano, de su próxima Norma, 20 años después de que se la ofreciesen por primera vez y de su nuevo disco Delirio, dedicado a estas grandes protagonistas de Bellini y Donizetti, desde una óptica dramática de hoy en día.
¿Qué tal está yendo por Bilbao?
Genial, genial. Ayer tuvimos el primer ensayo con orquesta y ha ido muy bien. Hemos creado un grupo muy agradable de trabajo. Mis compañeros son estupendos y muy buenos cantantes. Está yendo realmente bien, la verdad.
¿Cómo está manejando los diálogos en alemán?
¡Oh! ¡Bien! He de decir que bien. Es interesante porque no es algo a lo que estemos muy acostumbrados, pero es algo divertido y nuevo con lo que jugar. Es la segunda vez que me enfrento al hecho de tener que hablar en una lengua que no es la mía. La primera fue en francés con La fille du régiment y tengo que confesar que me sentí bastante extraña, pero en esta ocasión estoy muy cómoda.
Me gusta la libertad que puedes sentir a la hora de hablar. Tienes muchas opciones que puedes tomar sobre cómo entonar, como alargar las palabras, las frases… Con la música todas estas opciones se reducen. El ritmo, por ejemplo, ya está marcado por la música, pero al hablar puedes marcar los tiempos cada vez como tú quieras. Es muy interesante, eres completamente libre.
Por otro lado, ¿ha de cantar diferente este Mozart al hacerlo en una sala tan grande como la del Euskalduna?
No, realmente no. Creo que canto como lo hago siempre. Estaba algo preocupada, he de decir, respecto a la hora de hablar, pero me he dado cuenta que es algo fácil. Sobre todo porque todos sabemos que hablar tanto justo antes de cantar un aria complicada puede cansar la voz, pero he encontrado el modo de hacerlo sin que esto suceda. En este Mozart todo fluye de forma más natural. Recuerdo cuando he cantado la Reina de la noche en La flauta mágica, donde no me gustaba hablar de más antes de cantar Der Hölle Rache, por ejemplo, pero era porque sus diálogos justamente anteriores son muy agresivos. En El rapto en el serrallo hablas de sentimientos, claro, sobre si estás triste o enfadada… pero no tienes que hacerlo de forma tan agresiva.
¿Entiendo que también influye la acústica de la sala?
¡Claro! Creo que aquí, en el Euskalduna, es bastante fácil cantar, hablar y proyectar, incluso más que en otros grandes teatros del mundo. Por ejemplo, en la Scala de Milán, hay dos puntos en el escenario que tienen muy buena acústica, pero cantar en los demás espacios dentro del mismo, conlleva más dificultad que en Bilbao
Quizá la gran pregunta ahora es, ¿por qué Constanze y por qué ahora?
Bueno, creo que siempre he querido cantar Constanze, la verdad. Solía cantarla en diferentes competiciones cuando era estudiante y también para las audiciones de los teatros. Para mí, en realidad, cantar Constanze es un poco como volver a casa, sólo que nunca había tenido la oportunidad de cantarla al completo. No por nada en concreto, sino porque al trabajar principalmente en Italia, allí se programan más otras óperas de Mozart antes que Entführung… y también porque mi carrera se ha desarrollado sobre el repertorio de bel canto.
Siempre he querido cantarla, ya digo, y siempre he tenido este rol en mi cabeza. Y me alegro de que haya sido ahora y no antes, sinceramente, porque como usted sabe, el aria Marten aller Arten, por ejemplo, requiere una voz más lírica, con mayor control del registro medio y me siento más cómoda con las notas de pecho y todo lo que ella conlleva.
Desde luego parece un rol muy exigente… ¿y muy técnico?
Uhm… sí. Bueno, Marten aller Arten sí lo es, también Ach ich liebte, pero el resto de la partitura no lo es tanto. De todos modos y en cualquier caso, haber cantado tanto bel canto, con sus escenas largas y arias extensas, con coloratura extrema, me ha ayudado mucho a prepararme para afrontar este rol mozartiano.
Entiendo. Puede que sea complicado para otras cantantes, ¡pero no para alguien con un recorrido como el suyo!
(Risas). Claro, puede resultar más difícil si vienes de cantar Verdi, por ejemplo… o Puccini. Un repertorio más pesado y con otros requerimientos. Pero si tu mundo es el de Rossini, Donizetti y Bellini, es una ópera bastante cómoda.
¿Se puede unir entonces, de algún modo, el rol de Constanze con el de las grandes protagonistas belcantistas?
Sinceramente y desde mi propia experiencia, creo que sí. Tiene muchos líricos y bellos pasajes. En su segunda aria, por ejemplo, tiene momentos realmente emotivos y una línea de canto muy bella. Marten aller Arten, sin ir más lejos, es una escritura de coloratura como las que hacía Rossini.
Esto es algo que tambiénhablé en su día a Riccardo Frizza, con quien usted ha grabado su último disco, Delirio. ¿De algún modo se podría decir que el bel canto romántico italiano comienza con Mozart? Con su Rapto, con La Clemenza…
Sí, claro, ¿por qué no? En cualquier caso, bebe del mundo del Clasicismo y de su época. Por ejemplo, tenemos a Rossini, que podría considerarse como la unión entre el Clasicismo y el Romanticismo
La cuestión es que no se desarrolló luego un bel canto en alemán…
Quizá haya algunos compositores que podríamos enmarcarlos dentro del bel canto, pero la tendencia y el gusto del público y los mismos compositores, en aquella época en Alemania, se desarrolló hacia otro camino musical.
¿Sería más complicado cantar bel canto en alemán?
No sé si tanto… No creo que el idioma alemán influya en el sonido. Obviamente, en italiano puede ser más sencillo porque sus consonantes no son tan explosivas, pero si tratas las consonantes alemanas como trabajas las italianas, si buscas no romper la línea de canto, puede ser mucho más fácil. La dificultad que yo encuentro al cantar en alemán se centra más en sus consonantes, en que no se rompa la línea y que no se genere tensión para emitir el sonido, que todo fluya de forma más natural. Definitivamente, puede que el alemán requiera algo más de tiempo de estudio y trabajo
Le mencionaba antes su nuevo disco, Delirio, dedicado al bel canto. ¿Tienen algo en común las cincoprotagonistas que interpreta en él (Emilia di Liverpool, Lucia di Lammermoor, Elvira, Linda di Chamounix y Amina) , más allá de ser eso, personajes de bel canto?
Antes de nada, quería grabar un disco con aquellas protagonistas con las que me siento cómoda y que, a excepción de Emilia di Liverpool, ya he interpretado tantas veces sobre los escenarios. Roles sobre los que tengo una opinión y una experiencia sólida como pueden ser Lucia y Elvira de Puritani. Pero además mostrar que todos ellos tienen un elemento en común: los diversos problemas de salud mental. Creo que Amina de La sonnambula tiene claramente ataques de pánico, que tiene dificultades para manejar su ansiedad, de ahí el sonambulismo. Elvira sufre una depresión profunda… Me gustaba la idea de mostrar esta realidad, especialmente en los personajes de Bellini y Donizetti ya que ellos también las sufrieron en sus propias vidas. Siento que ellos, cuando escribían estos personajes, no lo hacían desde una óptica frívola sino que empatizaban con ellos, que construían unos personajes que sufrían, con emociones y situaciones reales.
Ciertamente, hoy en día la salud mental ha cobrado una necesaria relevancia. ¿Ha cambiado nuestra forma de ofrecer estos papeles sobre el escenario?
En el pasado, desafortunadamente cruzábamos algunas líneas sobre cómo mostrar estos personajes que no debíamos cruzar. Gritando, riendo… No era algo real, pero creo que ahora ya se ha investigado y se ha trabajado mucho sobre cómo mostrarlos correctamente. No sólo eso, sino que hacemos ver sobre el escenario unas realidades con las que el público puede conectar, puede sentirse incómodo porque son realmente hechos incómodos. La violencia sobre las mujeres, por ejemplo, puede trasladarse perfectamente a una ópera como Carmen. Si el autor ha compuesto una ópera donde la protagonista muere asesinada por los celos, debería mostrarse el propio hecho en sí; en mi opinión, se pone de relieve un lado de la sociedad que sigue preocupándonos y del cual no vemos salida. Esconder estas cosas tan terribles que suceden, esconder los problemas de salud mental con los que convivimos no ayuda a la sociedad a afrontarlos. No habrá cambios en la sociedad si desde el escenario no mostramos nuestros problemas reales.
Todos quedamos impresionados por su reciente trabajo como Sonnambula en el Teatro Real, incluida la propia directora de escena, Bárbara Lluch.
¡Oh! Me encantó trabajar con Bárbara. Sentí que era la primera persona que realmente entendía el personaje de Amina. Su trabajo es impresionante… y muy inteligente.
Siguiendo con Bellini, puede que hayan pasado casi 20 años desde la primera vez que dijo “no” a cantar Norma por primera vez y ahora, próximamente, por fin la debutará.
Sí. Es que Norma es un rol muy complicado. El público tiene demasiadas expectativas sobre él. Ahora he hecho también Beatrice di Tenda, que es de Bellini y tiene un tratamiento vocal similar, pero no existe sobre ella la misma presión… más allá de que Joan Sutherland es un referente en el papel! (Risas). Pero por lo demás, eres totalmente libre. Quería debutar antes Beatrice para sentirme plenamente cómoda en el rango vocal y en el tipo de personaje. Ahora, una vez cantada, me siento plenamente segura para encarar Norma. Tengo que decir que ya la canté hace muchos años al completo, pero en concierto, en China. Lo disfruté, pero creo que no era el momento de cantarla escénicamente. En escena todo es más complicado, los sentimientos son mayores… la situación con sus hijos, el enfrentamiento con Pollione. Tenía miedo de no tener el suficiente autocontrol para cantar cómodamente. Pero ahora, es el momento.
Quisiera terminar con una pregunta importante ¿cómo está Zenobia? (Jessica Pratt es conocida por su labor desinteresada con perros y gatos abandonados. Zenobia es el último gato que ha adoptado en su propia casa, y que ha mostrado en sus redes sociales).
¡Ella es la reina! (Risas). ¡Es muy traviesa! A veces es un poco dramática, porque lo que intenta hacer una y otra vez es realmente peligroso, pero bueno, ahora hemos cerrado completamente la tapa del piano para que no tenga ningún accidente, ¡porque estaba decidida a meterse dentro! (risas).