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Génesis Moreno: "Mantener los pies en la tierra es lo que me ha hecho crecer en mi carrera"

La soprano de origen venezolano Génesis Moreno debuta en Europa como una de las grandes protagonistas de la ópera francesa: Juliette. Cantará el mítico personaje de Shakespeare, musicado por Gounod, los días 22, 24 y 26 de mayo en el Teatre Principal de Palma de Mallorca. De ello, así como de sus comienzos, su paso por el Concurso Alfredo Kraus donde consiguió el primer premio o sus concepciones sobre la lírica, hablamos con ella.

Esta Juliette de Gounod supondrá su debut europeo, ¿cuáles son sus sensaciones?

Caigo ahora en la cuenta de que, algo por lo que has trabajado tanto tiempo, se está haciendo una realidad. Para mí era un sueño poder debutar en una ópera, en Europa. Estoy asimilando que ya va a pasar, que apenas faltan días para el estreno. Es muy emocionante y más en una producción como esta y en un rol como este. Yo siempre pensé que, probablemente, mi debut europeo tendría lugar con un rol más comprimario, más pequeño. Ahora me veo cantando la Juliette de Gounod... ¡Y todavía estoy como que no me lo creo! (Risas). Estoy muy contenta.

¿Cómo se maneja la mezcla, supongo, entre ilusión, nervios y presión?

Por un parte me siento muy tranquila porque es un personaje que siento muy cómodo para mi vocalidad en este momento. Es la primera vez que lo canto, por lo que es doble debut... ¡Y es la primera vez que se hace Roméo et Juliette en el Teatre Principal de Palma! Soy la primera Juliette del Principal, por lo que todo es como ¡primeras veces! Pero a nivel vocal, como le digo, me da tranquilidad. La música es súper bonita y disfruto cantándola. Muchísimo. Además, la gente de la producción es muy amable. La directora de escena, el director musical, toda la gente que está trabajando en el proyecto, la gente del teatro... La energía está siendo muy bonita, siempre como para ayudarme a crecer en el rol y que todo salga lo mejor posible. ¡Y a que yo me pueda lucir lo máximo posible! Trabajar en un ambiente tan agradable y con gente que te está aportando tanto, hace que los nervios sean solamente los de la emoción, no por inseguridad.

¿Nervios bonitos?

¡Nervios bonitos! De alegría, de felicidad, de que mis sueños están tomando su camino y se están cumpliendo. Estoy muy emocionada.

¿Cómo es esta producción, pues?

Fíjese, en su primera concepción fue creada para el teatro, por Éric Ruf. Hicieron como 150 funciones de la obra de teatro, inspirada un poco en los años 50, al sur de Italia. Más tarde, la Opéra Comique de París decidió adaptarla a la ópera. Visualmente es muy agradable, con armonía de colores y muy llamativo a nivel visual, más allá de que sea una propuesta sencilla. Diseño de vestuario de Christian Lacroix... como que todo esta muy pensado, muy bien hecho. De verdad que es una producción bien agradable. Se disfruta mucho.

Está cantando un rol icónico no ya dentro de la lírica, sino en lo que es la historia del teatro, con la obra de Shakespeare. Hoy por hoy, con toda una carrera por delante, ¿cree que merece la pena darle una vuelta a los clásicos?

¡Claro! Es impresionante cómo estos personajes trascienden en el tiempo y una cosa que me gusta mucho de esta producción, más allá de que en un principio fuera creada para el teatro, es la manera en la que está explorada la Juliette. Es más cercana a la mujer actual, no tan clásica y romantizada como suele mostrarse... más sutil, más frágil. Esta Juliette es más decidida, más fuerte, que sabe lo que quiere y que está dispuesta a hacer lo que tenga que hacer para lograr sus objetivos. Para luchar por aquello en lo que cree. Muy fuerte y con mucha convicción, que es algo que siempre está en el trasfondo del personaje. Es algo más actual y es muy bonito. 

Me habla de convicción y me hablaba antes de ese sueño que se torna en realidad. ¿Cómo surgio ese sueño para Génesis Moreno?

Bueno, desde muy pequeña mi mamá siempre ha sido muy aficionada al arte en general, así que a mi hermanita y a mí siempre nos inscribía en todo lo que podía: danza, pintura, música... Era un poco también para evadirnos de la zona en la que nací, Petare, una de las más peligrosas de Caracas. Sacarnos de ese ambiente tan violento. Todo esto se fue encaminando hacia unos estudios de violonchelo y de allí a la Orquesta infantil de Venezuela. Allí hacíamos la práctica coral como algo obligatorio, para desarrollar más tu musicalidad y afinación. Fue entonces cuando el director de coro me empezó a decir que yo tenía que cantar, pero en ese momento no le hacía mucho caso porque estaba concentrada en el violonchelo. Pasado el tiempo me di cuenta de que, aunque me gustaba el violonchelo, yo disfrutaba más cantando.

Recuerdo que con la orquesta nos llevaron a ver una función de la ópera La traviata y allí fue cuando me dije a mí misma: esto es lo que yo quiero hacer. Me enamoré de la ópera. Cuando llegó el momento de entrar al conservatorio, hablé con mi mamá y le expliqué que no quería tocar más el violonchelo. Que quería audicionar al conservatorio... pero por canto.

En España se conoce muy bien el Sistema de orquestas de Venezuela, su Coral... pero, ¿qué realidad operística vive Venezuela?

Diría que es algo relativamente nuevo, la verdad. De hecho, la vez que yo audicioné en el Conservatorio Simón Bolívar, había varias personas de administración que no salían de su asombro porque estuviésemos como 15 personas esperando para esas audiciones. ¡15 personas! (Risas). No era normal que hubiese 15 personas... Digamos que hoy en día hay un movimiento importante, porque en un principio el Sistema de orquestas era sólo para orquestas. Todo esto de la Coral es algo nuevo, así que imagínese cómo de nuevo es la concepción operística. Se ve ahora, durante la última década, el esfuerzo del Sistema por apoyarlo. Si usted se pone a buscar cantantes venezolanos que estén haciendo carrera en Europa de 10 años para atrás, no encontrará muchos. Ahora hay compañeros míos que están cantando en Italia, Alemania... con carreras relativamente importantes. Cuando sales de Venezuela y ves la realidad que hay fuera, con la cantidad de competencia que hay... ¡Ves otra realidad!

Usted, de hecho, pasó por México...

Sí. Cuando llegué a México y vi por primera vez la cantidad de gente que había cantando, con una voz maravillosa, con una técnica perfecta... musicalmente perfectos, me dije: bueno, o me voy a llorar a mi habitación, o me pongo al nivel que me estoy encontrando. Como un comenzar de nuevo. Y tener la humildad de decirte: no estoy en el nivel que me he encontrado. Tengo que aceptar las correcciones que se me hagan porque no tengo la verdad absoluta de todo.

De alguna manera es algo que se ha de mantener durante toda la carrera?

¡Claro! Claro, claro... Siempre es un reto nuevo, siempre es como comenzar desde cero. Cada vez que abres una partitura de una ópera nueva, cada vez que llegas a una producción nueva, es como comenzar otra vez. Para mí es muy importante y es lo que marca la diferencia de un cantante. Tener la humildad de aceptar las correcciones y lo que te indiquen tus maestros. Todo es para tu crecimiento.

¿Qué es más complicado, recibir correcciones o recibir halagos? Usted ganó por ejemplo el Kraus y se llevó allí mismo otros dos premios...

Mire, yo me considero bastante tímida. De hecho, siempre digo que para mí lo más difícil de esta producción es ser extrovertida. ¡Imagínese recibir halagos! (Risas). Para mí es complicadísimo, pero supongo que es parte de esto y, definitivamente, es mucho más difícil recibir halagos, porque yo quiero mantener los pies sobre la tierra. Lo que me ha hecho crecer en mi carrera es mantener los pies en la tierra. Saber que todavía tengo muchas cosas por aprender, mucho camino por recorrer. No lo sé todo, pero tengo ganas de saberlo.

¿Cómo definiría su voz a día de hoy?

(Piensa) Pues... curiosa. ¡Sé que suena raro! Curiosa en el sentido de que cada día estoy explorando más mi vocalidad, conociéndola más. Quiero seguir aprendiendo de mi voz y de lo que puedo lograr y hacer con ella. No creo que en este punto sepa todo de mi voz o conozca todas las herramientas que puedo llegar a alcanzar. ¡Pero quiero descubrirlas! Este momento para mí es de curiosidad, de seguir aprendiendo.