Yende Peralada 1 TotiFerrer

 

La luz del ébano

Peralada. 02/07/2017. Festival Castell de Peralada, Iglesia del Carmen. Obras de Rossini, Bellini, Donizetti, Debussy, Meyerbeer, Liszt, Giménez, Bellini. Pretty Yende, soprano. Michele D´Elia, piano.

Desde su inauguración con Montserrat Caballé, el Festival Castell de Peralada ha hecho siempre gala de una fuerte apuesta por las grandes voces. Echando la mirada atrás, sobre los años más recientes, han desfilado por aquí Olga Peretyatko, Piotr Beczala, Angela Meade o Bryan Hymel, entre otros. Este año, además de la esperada cita con Gregory Kunde del próximo sábado, la Iglesia del Carmen acogía la actuación de la joven soprano sudafricana Pretty Yende.

La primera vez que escuché a Yende fue en 2009, en la final del ya extinto Concurso de Canto de Montserrat Caballé, que se celebraba en Zaragoza. Cuando Yende, que se proclamó ganadora, abrió la boca para cantar el “Je veux vivre” de Roméo et Juliette, la sala enmudeció como pocas veces sucede, ante la evidencia de estar escuchando a alguien que había nacido para cantar. Desde entonces no había tenido ocasión de seguir su evolución de primera mano. Su agenda habla por sí sola, en todo caso: del Metropolitan de Nueva York a la Ópera de París pasando por la Royal Opera House de Londres oa la Deutsche Oper de Berlín, entre otros muchos escenarios de primerísimo nivel. Yende es hoy una soprano consagrada y en franca proyección y el recital que presentó en Peralada no hizo sino confirmarlo.

La voz es de una belleza evidente y fácil, llevada por una naturalidad que embelesa. La emisión es limpia y redonda, sin apenas un sonido fijo, duro o tenso. Yende proyecta un sonido líquido y cubierto, de una melodía fácil, siempre sul fiato. Su canto es redondo, esmaltado y sutil. Naturalidad y elegancia son sus señas. Lo único que empaña tímidamente su labor es un extremo sobreagudo que no suena todo lo liberado y firme que debiera; cabría desear allí un sonido más restallante y fácil, menos fijo y tenso. Pero el resto de su instrumento es homogéneo y bello, portado con una musicalidad que admira por su naturalidad.

Yende Peralada 2 TotiFerrer

 

La velada se inició con sendas canciones de Rossini, Bellini y Donizetti, donde Yende sonó grácil, simpática y con esa citada naturalidad que resume todo su hacer. El siguiente bloque de canciones de Debussy, cinco en total, nos ofreció a la intérprete más sensible, contenida y contemplativa, capaz de un canto etereo e íntimo (exquisita su dicción francesa, dicho sea de paso). El primer bloque del recital se cerraba con el aria “O beau pays de la Touraine” de Les Huguenots de Meyerbeer, primera incursión belcantista de la velada, donde demostró facilidad para las agilidades, aunque con esa citada limitación de un sobreagudo que no es descollante sino a veces tímido.

La segunda mitad se abrió con los Tres sonetos de Petrarca de Franz Listz, partituras exigentes y comprometidas, que requieren un intérprete maduro y sólido. Así se mostró Yende, a pesar de mantener consigo las partituras durante todo el recital. En todo caso, quizá la mayor sorpresa de la noche fue su espléndida recreación de tres piezas de Gerónimo Giménez, destacando unas “Sierras de Granada” de La tempranica de auténtico delirio. El recital se cerró con una página grande del belcanto, nada menos que la escena de Amina en La sonnambula, el “Oh, se una volta sola… Ah non credea mirarti”, donde Yende exhibió un canto spianato de bellísima factura, antes de atropellarse un tanto con la cabaletta posterior.

El acompañamiento al piano de Michele D´Elia fue intachable, de una discreción elogiable, capaz de arropar y otorgando seguridad y confianza a la intérprete, brillando además con luz propia en algunas piezas como las canciones de Debussy. El recital se cerró con dos propinas, a decir verdad poco conectadas con el programa ofrecido anteriormente: "Ideale" de Paolo Tosti y la “Prima Donna Song” de The Enchantress de Victor Herbert. En conjunto, un recital sumamente estimable, confirmación del buen hacer de Yende, quien da la impresión de tener todavía lo mejor de su carrera por delante. El año que viene protagonizará La fille du régiment en el Teatro de la Maestranza de Sevilla.