Falstaff Sabadell vertical

Madurez y excelencia

Manresa. 18/11/2018. Teatro Kursaal. Verdi: Falstaff. Toni Marsol, Carlos Daza, Svetla Krasteva, Anna Tobella, Maria Luisa Corbacho, Marga Cloquell, Albert Casals, Jordi Casanova, Carles Ortiz, Marc Pujol, Salvador Esplugas, Pau Camero, Esperança Vergés. Dir. de escena: Pau Monterde. Dir. musical: Daniel Gil de Tejada.

La última semana de octubre fue especialmente relevante en la historia de la ahora ya muy madura Associació d'Amics de l'Òpera de Sabadell. Por primera vez, el equipo que lidera Mirna Lacambra se ha enfrentado con una ópera capital del repertorio como el "Falstaff" de Verdi, la última gran creación del gran compositor italiano y una de las más complicadas de su trayectoria, escrita cuando el compositor se acercaba a su octogésimo aniversario. 

La obra fue confiada a unos intérpretes de gran calidad, un equipo formado en todos los aspectos por la magistral dirección escénica de Pau Monterde, dirigida con garbo y empuje dramático por el eficaz maestro Daniel Gil de Tejada, y contando con la calidad interpretativa de Toni Marsol. El único defecto, si así puede decirse es su perceptible juventud para interpretar al valetudinario “héroe” verdiano. Marsol crea un Falstaff de una eficacia increíble, secundado por todo el equipo, encabezado por el iracundo Mr. Ford magistralmente cantado por el barítono Carles Daza, uno de los personajes sobre los que pivota la obra.

Pero no podemos dejar de mencionar la belleza tenoril de la voz de Albert Casals como Fenton, la frescura vocal de la Nanetta de Marga Cloquell, la gracia de las "comadres" que interpretaban la Alice (Svetla Krasteva) y la Meg (Anna Tobella), la voluptuosa rotundidad de Maria Lluisa Corbacho (Mrs. Quickly), la divertida eficacia de Jordi Casanova en el rol del sinuoso Dr. Cajus, los criados Bardolfo y Pistola. Y en defintiva, todo el conjunto implicado en estas funciones, que han recorrido varias ciudades de Cataluña hasta la última función que llevó este Falstaff hasta Tarragona. En la segunda función, la del 26 de octubre, asistieron a La Faràndula de Sabadell incluso el Presidente catalán Quim Torra (notorio operòfilo, algo poco frecuente en un político), acompañado de varias figuras de la Generalitat que preside. La ocasión lo merecía y tiene especial relieve porque en nuestras clases políticas este tipo de gestos no suelen abundar. 

Por otra parte, la labor de los Amics de l’Òpera de Sabadell realiza una meritorísima labor que a mi entender no tiene muchos equivalentes, como es la de llevar óperas del repertorio que sobrepasa en mucho las manidas Traviatas y Bohèmes a localidades de Cataluña que difícilmente podrían verlas jamás en sus teatros locales.