Verdi en vena
Valencia. 31/03/2022. Les Arts. Verdi: Macbeth. Luca Salsi (Macbeth). Anna Pirozzi (Lady Macbeth). Marko Mimica (Banco). Giovanni Sala (Macduff). Benedict Andrews, dirección de escena. Michele Mariotti, dirección musical.
Macbeth de Giuseppe Verdi regresaba a Les Arts, siete años después de las funciones protagonizadas en diciembre de 2015 por Plácido Domingo, en la producción de Peter Stein y bajo la batuta de Henrik Nánási. Para la ocasión, Jesús Iglesias ha contado con una puesta en escena firmada por Benedict Andrews y procedente de la Ópera de Copenhague. Andrews acierta con un retrato más contemporáneo de esta tragedia, lejos ya de brujas y calderos. La propuesta de Andrews, de calado cinematográfico, tiene la virtud de actualizar el drama sin alterar su naturaleza, buscando una visión más transversal del poder y sus peligrosas ambiciones. Decepciona un tanto el final, de manifiestas intenciones, pero resuelto sin fortuna en el manejo de las masas. En cambio, el cuadro durante el 'Patria opressa' tuvo un indudable impacto emocional, con una multitud de desplazados por la guerra agolpada en un espacio que bien podría ser el suburbano de cualquier ciudad ucraniana de hoy en día.
El foso, en esta ocasión, estaba a cargo del maestro italiano Michele Mariotti, quien firmaba así su primer Macbeth. El resultado no pudo ser mejor, con la Orquesta de la Comunidad Valenciana confirmando una vez más su liderazgo entre los fosos de nuestro país. Mariotti dirige con un gesto elocuente, cuajado de gestos de Abbado y Muti, las dos grandes referencias generacionales para este repertorio. Mariotti frasea, respira, contrasta, colorea... Es una delicia contemplar su trabajo en el foso, con indicaciones claras, con pulso intenso y ánimo lírico. Su Macbeth sonó vibrante cuando era debido ('Schiudi, inferno'), pausado cuando fue menester (en `Patria opressa` y en la introducción a la escena del sonambulismo) y siempre con un alma vívidamente teatral, apoyado en todo momento sobre la palabra. Excelente.
El papel protagonista, originalmente encomendado a Carlos Álvarez, recayó finalmente en la voz de Luca Salsi, quien se alternará en las próximas funciones con George Gagnidze. Usualmente Salsi no me convence demasiado en los papeles más nobles del repertorio verdiano, como sucedió de hecho con su Boccanegra de Salzburgo en 2019, pero confieso que me ha parecido un intérprete idoneo para la parte de Macbeth, un personaje turbado y herido, presa de sus propios delirios de grandeza. Salsi, con voz potente, de emisión firme y desahogada, convenció y mucho con una interpretación intensa, entregado en todo momento y con una exquisita atención al libreto.
La velada, no obstante, resultó un tanto accidentada para el bueno de Salsi. Abruptamente, cuando se les esperaba en escena para entonar el 'Perfidi! All'anglo contro me v'unite!', el recitativo que abre su gran escena del cuarto acto, se produjo un extraño silencio, la orquesta se detuvo y pasaron unos cuantos minutos hasta que supimos qué sucedia. Una súbita indisposición de Salsi, una hemorragia nasal que tardó algunos minutos en subsanarse y tras la cual el artista brindó una excelente versión del esperado 'Pietà , rispetto, amore'. Todo quedó, afortunadamente, en un susto.
A su lado, Anna Pirozzi resultó una Lady Macbeth ejemplar, brindando una auténtica lección de cómo debe abordarse este rol, con la medida justa de bel canto pero sin recrearse en el instrumento, ahondado siempre en la palabra y en los acentos. Su voz tiene el metal exacto que pide este papel, con un agudo poderoso y firme. Su compromiso con la puesta en escena fue también elogiable. Recuerdo perfectamente la gran impresión que me causó Anna Pirozzi la primera vez que la escuché. Fue en Salzburgo en 2013, en un memorable Nabucco en versión concierto con Muti. En estos diez años, Pirozzi ha asentado una trayectoria realmente notable, atravesando ahora un momento de manifiesta madurez, del que esta Lady Macbeth es prueba incontestable. Su conexión con Salsi en escena brindó, además, los momentos más notables de la noche.
En la parte de Macduff el tenor Giovanni Sala exhibió muy buenas intenciones y apreciables facultades, especialmente apreciables en su versión del 'O figli... Ah, la paterna mano', realmente emotivo y bien delineado, lejos de interpretaciones a menudo más extentoreas. Más discreto sonó en cambio el Banco de Marko Mimica, de medios sonoros, matizado en su fraseo, cumplidor en suma, pero algo alejado de las coordenadas verdianas en su expresividad.
Intachable el resto del elenco, destacando la presencia de varios jóvenes intérpretes del Centre de Perfeccionament, como Jorge Franco en la parte de Malcolm, Rosa Dávila como Dama de Lady Macbeth y Marcelo Solís como Domestico. Buena labor también de Luis López Navarro en su doble desempeño como Médico y Sicario.
Fotos: © Miguel Lorenzo y Mikel Ponce
