Libros y Música: Día del Libro 2023
Vuelve el 23 de abril y con él la Fiesta del Libro, ese merecido homenaje popular que cada año nos recuerda que el maravilloso mundo de los libros está ahí esperándonos para proporcionarnos disfrute, distracción y, por qué no, aprendizaje. En Platea Magazine intentamos estar siempre atentos a las novedades bibliográficas que tienen a la música clásica, en el amplio sentido del término, como tema principal. Aunque el mundo editorial no ha recuperado en esta faceta el volumen de publicaciones pre pandemia sí que la calidad de que se ha publicado esta temporada 22-23 ha sido alta. Recordamos ahora seis títulos (con un pequeño extracto de la reseña) que la redacción de la revista ha comentado y que pueden guiar al lector interesado cuando visite estos días una librería.
La bóveda y las voces. Por el camino de Josquin. Ramón Andrés. Acantilado. Barcelona, 2002.
Dos títulos he barajado para encabezar la reseña sobre este libro imprescindible La bóveda y las voces sobre la vida y obra del músico renacentista Josquin Desprez (también conocido por Des Prez o Des Prés y otras variantes similares), que firma Ramón Andrés y edita Acantilado. Uno es el que encabeza estas líneas; el otro podría haber sido El viajero y el diario. Ambos (como muchos otros que se nos podrían ocurrir) sólo son un reflejo vano de la profundidad y belleza de un libro que personalmente me parece excepcional. El libro se desarrolla en dos planos que se van entrelazando sin dificultad con total naturalidad y se estructura en forma de diario en el que Andrés recorre esos dos caminos. Uno de ellos, el que podría considerarse el principal, sería transitar por la vida y obra de uno de los autores cumbres del renacimiento en su aspecto musical, el franco-flamenco Josquin Desprez. El otro es el camino personal que recorre el autor durante los días de creación de su texto que comienza a finales de 2019 y termina un año después, con una terrible pandemia por medio.
El caso Furtwängler, de la historiadora Audrey Roncigli, un texto editado originalmente en 2009 y que echábamos de menos traducido. Porque aunque se pueda pensar que las tendencias políticas de un director de orquesta hayan perdido interés casi setenta años después de su muerte, no es así, o por lo menos no lo es para los que nos interesa la historia de la música y hemos crecido oyendo grabaciones referenciales del que fuera director de la Orquesta Filarmónica de Berlín desde 1922 hasta 1945.
El libro que reseñamos hoy en Platea tiene muchas virtudes, pero destacaría sobre todas ellas la transmisión al lector del espíritu de resistencia que transmite la cultura, en este caso la música. En las circunstancias más alienantes para el ser humano, un libro, un cuadro o una pieza musical nos da un pequeño, un mínimo respiro, para justificar la vida, el seguir adelante aunque todo se hunda a nuestro alrededor. La séptima sinfonía de Dmitri Shostakovich, bautizada como Leningrado (llamada así por la ciudad donde se compuso, en plena II Guerra Mundial), es uno de esos símbolos de la resistencia de un pueblo ante el horror de la guerra. Un referente de cómo la belleza es capaz de aunar a un país en su lucha ante la destrucción de una invasión. Es paradójico que llevemos casi un año en el que el pueblo que se rebeló contra ese ataque cruel y despiadado haga lo mismo con otro país. Son las paradojas de la historia y la demostración palpable de que el ser humano nunca aprende de sus errores.
(...) Este libro se propone recorrer, de un lado, la historia de la voz humana como un elemento sobre el que se ha venido interviniendo desde antaño apelando a su naturaleza hormonal (recordemos el fenómeno histórico de los castrados) y de otro la multitud de situaciones cotidianas en las que los profesionales del canto, las 'voces líricas' que dan título al texto, ven comprometido su desempeño precisamente por esos cambios.
En este sentido, es realmente interesante constatar que determinadas alteraciones de la voz de los cantantes, que desde fuera percibimos pero no nos explicamos, tienen sin embargo a menudo una raíz fisiológica y una razón hormonal. A este respecto, el doctor Clarós dedica todo un capítulo de su monografia, francamente esclarecedor (8. Trastornos psicogénicos de la voz de los cantantes de ópera, según la reivsión de la bibliografía y las experiencias clínicas profesionales).
Aprovechando su 50 aniversario la editorial Akal ha recuperado títulos que estaban agotados y que por su interés merece la pena recuperar, aportando el plus de una cuidada y atractiva edición. Es el caso de Historia de la ópera que firma Gabriel Menéndez Torrellas y que fue publicada por primera vez en 2013. Prologada por el admirado José Luis Téllez, lo que destaca este volumen de otros que abordan su misma temática es su peculiar estructura. Menéndez Torrellas plantea, en principio, su libro de una forma canónica, cronológica, desde los principios del siglo XVII (alrededor del año 1609 hasta el 2000). En cada capítulo hay una presentación que nos contextualiza la creación operística y el mundo musical que domina cada una de las etapas históricas que se estudian. Pero lo que hace diferente al enfoque del autor es que utiliza cuadros explicativos (que se centran en una aclaración sobre terminología o una breve biografía de un libretista, figura que a la que se le da mucha mayor importancia que en otros textos generalistas) y, sobre todo, que en cada periodo estudia una o más óperas, como instrumento que sirve para ejemplarizar la época o el autor estudiado.
El título que abre esta reseña está entre las diversas propuestas que se plantea Wade Matthews (doctor en Composición y Electroacústica por la universidad neoyorquina de Columbia, y que vive y trabaja en Madrid) en su nuevo libro El instrumento musical. Evolución, gestos y reflexiones, que publica estos días la editorial Turner en su prestigiosa colección Turner Música. Esas propuestas las explica claramente al comienzo del libro, dirigido especialmente a intérpretes, compositores e improvisadores, pero que también, pese a su carácter en general bastante teórico y específico, a un público menos especialista pero sí melómano. Es un repaso profundo, abierto a un posterior trabajo personal del lector, del mundo instrumental, dividido en dos grandes partes. La primera, dedicada al mundo instrumental antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando los instrumentos eran mayoritariamente acústicos. Son tres capítulos que enfocan estos desde “la perspectiva de sus orígenes arqueológicos, mitológicos y etnomusicológicos”. No se olvida de los términos teóricos, como objeto cultural y musical y sus usos, que abarcan cuestiones identitarias y de género.
La segunda parte está centrada en los cambios radicales que en el tema tratado se producen a partir de la Segunda Guerra Mundial, los instrumentos eléctricos (algunos anteriores a este hecho histórico) y la aparición de la informática. En sus propias palabras, se “plantea el paso del lenguaje simbólico de la notación musical tradicional hacia una concepción más concreta derivada de la acústica explicando algunos términos claves para entender las distintas formas de síntesis y sus orígenes.”
